Enviaron al penal de Las Flores a los acusados de matar a Cantero
Los imputados son dos menores. La Justicia calificó el hecho como "homicidio en ocasión de robo". Héctor Cantero murió como consecuencia de un disparo en la cabeza, mientras atendía su negocio. El Litoral
Los dos jóvenes de 16 años, detenidos por la presunta participación en el asalto y muerte del comerciante de barrio San José, Héctor Cantero, fueron trasladados al pabellón de menores del penal de Las Flores. La medida por la que optó la Justicia fue apelada por los defensores de ambos.
La jueza de Menores N° 1, Susana Giordano de Bilich, calificó el hecho como "homicidio en ocasión de robo" y dictó la medida tutelar. Por tal motivo los acusados fueron trasladados la semana pasada al pabellón juvenil de la Unidad Penitenciaria N° 2, de Las Flores.
No conformes con ello, los abogados defensores de los dos chicos presos apelaron. "Estimamos que no hay elementos suficientes para privarlos de la libertad", dijo el Dr. Ignacio Ferreyra. "Vamos a pedir la liberación y sobreseimiento del chico", reiteró el letrado.
La Dra. Carolina Walker Torres coincidió con su par y calificó de "injusta" la resolución, "porque no se apoya en ninguna prueba". Además aclaró que a los chicos "no se los pudo identificar" y entre los pocos testigos que se presentaron "nadie vio absolutamente nada".
El golpe
Héctor Cantero era un comerciante de 51 años, que atendía su kiosco, ubicado en la calle San Juan al 7100, del barrio San José. El 15 de agosto, dos jóvenes delincuentes cruzaron la puerta de su local para asaltarlo, pero en vez de huir con el botín sin lastimar a nadie, uno de ellos abrió fuego y el disparo fue a dar directamente a la cabeza de Cantero.
El hombre murió frente a la mirada atónita de sus padres, que lo acompañaban en sus tareas habituales en un cuarto contiguo al del comercio.
Una vecina que estaba en las inmediaciones también fue víctima del ataque y debió ser hospitalizada por una ráfaga de disparos que soltaron los ladrones para cubrir la retirada.
El primer detenido cayó a los tres días del homicidio, en un allanamiento ordenado por el juez de Instrucción, Diego Andrés De la Torre. La policía cercó una casa de barrio Pompeya, ubicada en Pasaje Simoniello al 7100, donde encontraron al joven de 16 años.
El otro acusado llegó espontáneamente a Tribunales, acompañado por su padre, que se había enterado que la policía había allanado, unos días antes, el domicilio que la familia ocupaba anteriormente en Villa Hipódromo. El joven, también de 16 años, quedó inmediatamente detenido.
Ante la Cámara
Ayer se hicieron los últimos careos en el Juzgado de Menores N° 1, de los que se desprende que "no hubo ninguna contradicción", aseguró Walker Torres. Desde un primer momento los imputados negaron su participación en el homicidio y siempre se mantuvieron en sus dichos.
No obstante, fuentes tribunalicias aseguraron que al confrontar los testimonios, tales contradicciones sí existieron.
En ese sentido el abogado Ferreyra explicó que se trató de "una contradicción mínima, sobre si se conocían y desde cuando", pero que "no hace al fondo de la cuestión".
También se hizo el reconocimiento de una serie de prendas secuestradas en el lugar del hecho, pero que tampoco "eran de los chicos", refirió la defensora.
Para lograr el sobreseimiento de los detenidos y su inmediata liberación, las partes apelaron la medida tutelar, y ahora será la Cámara de Apelación Penal la que deberá evaluar el caso y decidir sobre el destino de los dos menores.
Apremios
La abogada defensora del menor de barrio Pompeya criticó que su cliente haya sido "víctima de apremios ilegales" en la comisaría en que quedó detenido. Dijo que "lo hicieron firmar una declaración que nunca hizo e incluso lo habrían picaneado". Algo similar ocurrió con la madre, que también estuvo demorada algunas horas.
Juliano Salierno
La jueza de Menores N° 1, Susana Giordano de Bilich, calificó el hecho como "homicidio en ocasión de robo" y dictó la medida tutelar. Por tal motivo los acusados fueron trasladados la semana pasada al pabellón juvenil de la Unidad Penitenciaria N° 2, de Las Flores.
No conformes con ello, los abogados defensores de los dos chicos presos apelaron. "Estimamos que no hay elementos suficientes para privarlos de la libertad", dijo el Dr. Ignacio Ferreyra. "Vamos a pedir la liberación y sobreseimiento del chico", reiteró el letrado.
La Dra. Carolina Walker Torres coincidió con su par y calificó de "injusta" la resolución, "porque no se apoya en ninguna prueba". Además aclaró que a los chicos "no se los pudo identificar" y entre los pocos testigos que se presentaron "nadie vio absolutamente nada".
El golpe
Héctor Cantero era un comerciante de 51 años, que atendía su kiosco, ubicado en la calle San Juan al 7100, del barrio San José. El 15 de agosto, dos jóvenes delincuentes cruzaron la puerta de su local para asaltarlo, pero en vez de huir con el botín sin lastimar a nadie, uno de ellos abrió fuego y el disparo fue a dar directamente a la cabeza de Cantero.
El hombre murió frente a la mirada atónita de sus padres, que lo acompañaban en sus tareas habituales en un cuarto contiguo al del comercio.
Una vecina que estaba en las inmediaciones también fue víctima del ataque y debió ser hospitalizada por una ráfaga de disparos que soltaron los ladrones para cubrir la retirada.
El primer detenido cayó a los tres días del homicidio, en un allanamiento ordenado por el juez de Instrucción, Diego Andrés De la Torre. La policía cercó una casa de barrio Pompeya, ubicada en Pasaje Simoniello al 7100, donde encontraron al joven de 16 años.
El otro acusado llegó espontáneamente a Tribunales, acompañado por su padre, que se había enterado que la policía había allanado, unos días antes, el domicilio que la familia ocupaba anteriormente en Villa Hipódromo. El joven, también de 16 años, quedó inmediatamente detenido.
Ante la Cámara
Ayer se hicieron los últimos careos en el Juzgado de Menores N° 1, de los que se desprende que "no hubo ninguna contradicción", aseguró Walker Torres. Desde un primer momento los imputados negaron su participación en el homicidio y siempre se mantuvieron en sus dichos.
No obstante, fuentes tribunalicias aseguraron que al confrontar los testimonios, tales contradicciones sí existieron.
En ese sentido el abogado Ferreyra explicó que se trató de "una contradicción mínima, sobre si se conocían y desde cuando", pero que "no hace al fondo de la cuestión".
También se hizo el reconocimiento de una serie de prendas secuestradas en el lugar del hecho, pero que tampoco "eran de los chicos", refirió la defensora.
Para lograr el sobreseimiento de los detenidos y su inmediata liberación, las partes apelaron la medida tutelar, y ahora será la Cámara de Apelación Penal la que deberá evaluar el caso y decidir sobre el destino de los dos menores.
Apremios
La abogada defensora del menor de barrio Pompeya criticó que su cliente haya sido "víctima de apremios ilegales" en la comisaría en que quedó detenido. Dijo que "lo hicieron firmar una declaración que nunca hizo e incluso lo habrían picaneado". Algo similar ocurrió con la madre, que también estuvo demorada algunas horas.
Juliano Salierno
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