
Fuente clarin
Delegados israelíes y palestinos se reunieron anoche para comenzar a preparar una cumbre entre Olmert y Abu Mazen. También Hamas inició movimientos tendientes a una negociación con Israel. Y se retomaron los contactos entre las facciones palestinas en busca de un gobierno de unidad.
Después de varias dilaciones, avances y retrocesos, una cumbre entre el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Abu Mazen, y el primer ministro de Israel, Ehud Olmert, y un reinicio de la negociaciones bilaterales parecen estar más cerca, tras los pasos dados simultáneamente por representantes de las distintas partes implicadas.
Por un lado, el principal negociador de la ANP con Israel, Saeb Erekat, confirmó que mediadores palestinos e israelíes mantuvieron anoche un encuentro "profundo y serio" para retomar los preparativos para una eventual cumbre entre Olmert y Abas. Erekat dijo que en la reunión se habló sobre la oportunidad de un alto el fuego, el cese de la escalada de la violencia, la liberación de prisioneros y el desbloqueo de fondos palestinos por parte de Israel.
Por otro, el presidente de la oficina política del movimiento islamista Hamas, Jaled Meshaal –exiliado en Siria y considerado un duro en la propia organización- viajó a Egipto para conversar sobre el previsto intercambio de prisioneros con Israel. El país norafricano asumió un papel mediador en esas negociaciones, a las que Hamas dijo que su jefe político recién se incorporaría en la fase final.
Al mismo tiempo, el diputado independiente Mustafa Barguti, que oficia como mediador entre el partido Al Fatah, a cargo de la presidencia de la ANP, y Hamas, que tiene el gabinete palestino, anticipó una reanudación de los contactos entre Mazen y el primer ministro Ismail Haniyeh en busca de un acuerdo para formar un gobierno de unidad. "Los temas que quedan por resolver son pocos en comparación con los que se han resuelto", aseguró el legislador, que incluso arriesgó que el nuevo gabinete podrá ser anunciado "antes de que acabe el mes".
La formación de un gobierno palestino de unidad es uno de los puntos centrales para el reinicio de las negociaciones con Israel, que se niega a dialogar con un gobierno (el de Hamas) que insiste en no reconocer el derecho a la existencia de un estado judío y cuyo brazo armado sigue responsabilizándose por el lanzamiento de cohetes contra territorio israelí. La llegada al poder del movimiento islamista –considerado como un grupo terrorista por Israel y Estados Unidos- significó, además, el bloqueo de fondos oficiales para los palestinos.
De concretarse, la reunión entre Mazen y Olmert será la primera entre ambos desde junio, cuando se encontraron informalmente durante una cumbre en Jordania. Poco después, milicianos de Hamas cavaron un túnel por el cual burlaron la valla de seguridad que separa a Gaza del territorio israelí y secuestraron al soldado Guilad Shalit. El efectivo sigue en poder de ese grupo y es, justamente, el que el movimiento islamista pretende canjear por varios dirigentes palestinos presos en cárceles de Israel.
El secuestro de Shalit desató una escalada de la violencia que incluyó una cantidad cada vez mayor de cohetes Kasam disparados desde Gaza contra Israel y un incremento de las incursiones y ataques del Ejército israelí en la Franja de Gaza que dejaron un alto número de muertos.
Según fuentes médicas palestinas, hoy mismo murieron dos palestinos por ataques aéreos israelíes contra grupos que estaban haciendo frente a tropas terrestres que realizaban incursiones en la Franja de Gaza con el objetivo de evitar el lanzamiento de cohetes Kasam.
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