Más allá de contar las bondades del nuevo trazado y de las incorporaciones que realizará para la próxima edición, Barletta se presentó junto al intendente de Rosario para realizar el acto oficial de inauguración del circuito.
Para la mayoría de los presentes no tuvo ninguna trascendencia más allá del gesto de Lifschitz de estar presente en un evento netamente santafesino. Para los que leemos entre líneas, sabemos que fue un mensaje de alto voltaje político. No estuvo el gobernador Hermes Binner, a quien institucionalmente le hubiese correspondido cortar la cinta junto al intendente local.
José Corral, secretario de Gobierno del municipio, confió a Sin Mordaza que la invitación estaba cursada y que Binner había confirmado su presencia, pero a las 9:30 envió un mensaje informando que estaba en San Lorenzo y que no podía llegar.
Un gobernador maneja su agenda con anticipación, además este evento tenía proyección nacional e internacional. Si no fue es porque no quiso. Las lecturas políticas que podemos hacer son: se confirman los rumores acerca de que la relación Binner-Barletta no está pasando por un buen momento, producto de algunas actitudes y aspiraciones del intendente santafesino. La otra, que al gobernador no le ha caído muy bien la nueva sociedad que se habría gestado entre los intendentes de las ciudades más importantes. Es sabido que Lifschitz quedó solo en la interna socialista y si realmente aspira a ser candidato a gobernador en 2011, debe tejer alianzas con intendentes radicales. La idea es que si Hermes Binner proclama a Bonfatti para gobernador, la interna abierta del FPCS tendría a los representantes de Rosario y Santa Fe como fórmula alternativa.
A los dirigentes del socialismo no se escapan las jugadas que viene realizando Miguel en su afán de construir un nuevo espacio en el Frente. Días atrás invitó a su colega santafesino a la apertura de la jornada Ciudad Inclusiva, organizada por el Instituto de Gestión de Ciudades, en la que se plantea la necesidad de debatir los planes de desarrollo de ciudades, regiones y territorios.
Miguel Lifschitz sabe que tiene un gran caudal de votos en Rosario pero no es conocido en el interior, por eso estuvo visitando a otros intendentes radicales, entre ellos a “Cacho” Esperanza de Reconquista para hablar de integración, pero sin lugar a dudas para estrechar relaciones que le permitan plasmar su proyecto.
Barletta recién está llegando a los seis meses de gestión y ya está pensando en el 2011. Sería bueno que empiece a cumplir con todas las promesas electorales, como ejemplo la inauguración de un playón polideportivo por semana y las estaciones del tren interno, el derecho a la información pública sin restricciones, transparencia en los actos administrativos y sobre todo la equidad e igualdad en la distribución de la publicidad oficial.
Hasta la próxima
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