En diálogo exclusivo con Sin Mordaza, el ex funcionario que dirigió los ministerios de Educación y Salud, además de coordinar la Caja de Jubilaciones durante los gobiernos de Carlos Reutemann, realizó diversas denuncias acerca de lo que vivió como ministro de Salud de la Provincia de Santa Fe.
Señaló en primer lugar que “a mi me llamó mucho la atención, estando a cargo de la Delegación XV del PAMI en Santa Fe, de la cual dependía Rafaela, Reconquista y San Jorge, que viniesen pacientes de cáncer del PAMI desde Reconquista a Santa Fe para que un oncólogo le firmase la receta, entregase los medicamentos y volviese a Reconquista para seguir el tratamiento. No había oncólogo en Reconquista. Y eso me llamó la atención. Y 600 kilómetros a un canceroso para buscar los medicamentos me parecía increíble”.
“Después fui a Reconquista y en un día labré 115 mil pesos de multa porque las clínicas contratadas por el PAMI no tenían las historias clínicas al día”, puntualizó.
Más adelante, sostuvo que “también me llamó la atención que la gerenciadora de PAMI en Rafaela cobrase un millón de pesos dólar por mes para atender la zona y los médicos de cabecera se quejaban de que nunca les llegaba la plata y tenían que cobrar un plus”.
“Eso fue la primera visión que tuve de la salud en Santa Fe. Cuando me hice cargo del Ministerio me di cuenta que había cosas que eran irresolubles e increíbles”, lamentó.
Para ejemplificar sus dichos, el Ing. Bondesío, quien reside en la ciudad de Rosario, dijo que “para todos nosotros un metro son cien centímetros. Es así de simple. 48 horas de un médico en un hospital son 48 horas de ese médico en ese hospital. No hay otro huso horario diferente. Y 24 horas son 24 horas. Pero lógicamente, no pudimos pagar 48 horas de oro de un médico con grandísima experiencia con toda una trayectoria a precio vil. No podemos pretender 24 horas a precio vil. Casi gana más uno de mantenimiento o un maestranza que un médico en 48 horas”, comparó.
Como reflexión, manifestó que “entonces es ya un sistema que tiene un vicio interno que es la unidad de medida. Para administrar algo tiene que haber un correlato entre lo que se paga y la unidad de medida prestacional, sino la cosa no puede funcionar”.
Médicos con falencias
Seguidamente, añadió que “primero notamos que la Facultad de Medicina sigue produciendo médicos que necesitan una residencia para una especialidad, algunos con una formación endeble en práctica, sobre todo en los primeros años, con estos profesores que lógicamente son estos 48 horas que no están 48 horas: están asesorando a los residentes que están ahí. Pero muchas veces los pacientes están en manos de residentes, no del médico este que a lo mejor lo va a operar y termina operándolo un residente del último año”.
“Entonces ahí tenemos otro problema: estamos dejando los hospitales con nombres de grandes médicos en manos de residentes”, advirtió Fernando Bondesío.
Las derivaciones
Otro problema que hace colapsar el sistema, al decir del ex funcionario reutemannista, es el tema de las derivaciones: “Una cirugía cardiovascular, cuando yo era ministro, en el Hospital Centenario salía 7 mil pesos. Derivada a un particular, a una clínica, un sanatorio o estos consorcios que se han armado las gerenciadoras, salía 14 mil pesos”, comparó.
En este sentido, ejemplificó que “cuando yo llegué al Centenario y pregunté cuántas cirugías cardiovasculares habían hecho en un año, me dijeron cero. La derivación es una forma de reciclar la plata del Estado hacia el sector privado, muchas veces en desmedro de las mutuales o de las obras sociales, que terminan pagando este precio y del mismo Estado”.
Luego, recordó que “cuando llegué al Centenario había un resonador magnético embalado y donado hacía cuatro años, sin instalar. Entonces lo hice instalar, y por supuesto está instalado con la mejor tecnología y renovada la garantía. Pero no me explico cómo pudo suceder eso”, declaró.
“¿Por qué en Rosario teníamos 19 tomógrafos, cuando en una ciudad normal se funciona con 3 o 4 perfectamente bien”, se preguntó a continuación.
El negocio de las derivaciones
“¿Está diciendo que hay una corporación médica que está desviando los negocios, es decir que lo que tiene que prestar el Estado pasa a la actividad privada?”, consultó Sin Mordaza. “Hay un flujo de dinero importante -contestó el Ing. Fernando Bondesío-, porque cuando yo llegué al Ministerio me encontré con que todos los hospitales tenían deudas”.
De esta manera, explicó que “acá es como que el hospital se endeuda por adelantado, no le alcanza el presupuesto, se sigue endeudando, después les pasa las facturas al Ministerio y el Ministerio está detrás de las deudas del hospital. Ni hablemos de los faltantes y demás cosas porque del Eva Perón se robaron el aparato de rayos X, se robaron la computadora que tenía la base de datos de SIDA, más allá de que han faltado anestesias en el provincial”, denunció.
“Es decir, más allá de este escurrimiento o este drenaje que existe, o muchos elementos que van a parar a clínica privadas que lo compra el Estado, una vez otorgado el presupuesto, después hay un super presupuesto que eroga sin la autorización previa del Ministerio ni previsión el hospital. Entonces son deudas contraídas por cada uno de los efectores. Nosotros lo que hicimos fue poner en línea todos los efectores a igualdad de complejidad, a igualdad o similitud de camas de estación y ver lo que gastaba cada uno. Y ahí vimos dónde se hacía más evidente el negocio de la derivación que en otros casos. Por lo tanto sacamos una resolución donde otorgamos un presupuesto a cada hospital; y si quería erogar más por alguna razón tenía que solicitarlo al Ministerio, se hacía una auditoría e inmediatamente se le daba el presupuesto necesario”, puntualizó acerca de lo realizado en el gobierno de Carlos Reutemann en salud.
“Capiello miente”
“Miente Capiello cuando dice que es la primera vez en 25 años que los hospitales públicos no tienen deuda. Yo dejé el Ministerio con los hospitales públicos sin ninguna deuda. Y no sólo eso, con la resolución esta, expresa que para volver a endeudarse tenían que pedir autorización al Ministerio. Si después no la cumplieron no es mi responsabilidad, pero yo lo dejé sin deudas”, aclaró Bondesío.
Más adelante, declaró que “cuando me encontré con muchas deudas, no las pagué, primero llamé a cada uno de los acreedores que muchas veces son cautivos de ser proveedores de los hospitales públicos y les obligué una quita. Y llegué a quitas del 40 % y 20 %. Está documentado. No es cuestión de que en las épocas de vacas gordas se paga todo y vamos para adelante. Así cualquiera. A nosotros nos tocaron las vacas flacas. Y entonces yo nunca voy a entender tampoco porqué, por ejemplo, se dejó caer al Eva Perón que es un nosocomio en un lugar absolutamente clave como es Circunvalación, Autopista Santa Fe-Rosario y Puente Rosario-Victoria, lugar de choques permanentemente, entrada a la Ruta 34. Un hospital, cuando recibe un politraumatrizado, se llama la media hora de oro. ¿Cómo puede ser que un hospital así se haya quedado sin calderas, no tenga un tomógrafo? Los cargaban en ambulancia para hacerle una tomografía derivada a Rosario. ¿Cuántos han muerto en este viaje de ida y vuelta?”, se preguntó.
Enfermos “rehenes”
Interrogado acerca de si cree que el ministro Capiello está planteando bien lo que hay que hacer en salud, Fernando Bondesío señaló que “él está planteando lo que planteé yo en su momento. Yo en su momento hablé con el PAMI porque quería integrarlo al sistema de salud”.
“Cuando le pregunté a Capiello (por entonces secretario de Salud del municipio) cuánto gastaba en Rosario, me dijo que 60 millones. Le dije ‘bueno, dame salud, yo te doy los 60 millones, los gastamos en otra cosa y tengamos un sistema único de salud'. Nosotros tuvimos un dispensario durante 25 años en un barrio, y que él abriese otro a tres cuadras era para hacer una prestación paralela pero de menor calidad, porque nosotros con el sistema de seguro de salud le dábamos un plus a los médicos, los teníamos abiertos muchas más horas y el Plan Remediar venía a nuestros dispensarios”, aclaró.
En este punto, Bondesío dijo: “Cuando Capiello habla del Iturraspe en Santa Fe, yo le recordaría que vaya a ver los hospitales municipales que él tenía en Rosario, a ver en el estado que están. ¿Por qué no habla del Alassia? ¿Por qué no habla del Cullen? ¿Por qué no habla del Hospital de Día que hicimos o del Eva Perón, que hicimos a nuevo? -se interrogó el ex funcionario de Carlos Alberto Reutemann-. Fíjense que siete quirófanos, el tomógrafo, un mamógrafo de última generación, una guardia de lujo que muchas clínica privadas no tienen cuando tampoco con internación transitoria, aire acondicionado en todo el edificio, presión positiva para garantizar asepsia en los quirófanos, duplicación de consultorios externos, las dos calderas nuevas y la puesta a nueva íntegra me costó 3 millones de pesos. Capiello: 3 millones de pesos”, remarcó.
Y se preguntó “cuánto llevan gastado en el nuevo HECA que todavía no inauguraron. Y ojo -advirtió-, en ningún cartel vi ‘con el aporte de la Provincia de Santa Fe', porque en todas las obras de salud en Rosario la Provincia puso mucha plata. Pero jamás se hace mención de eso”, criticó con dureza.
La “demagogia socialista”
“Yo conozco lo que es la demagogia del Partido Socialista. La conozco perfectamente, es mucho marketing. Yo veo mucho a la Guardia Urbana transitando por la zona céntrica, pero no la veo en los barrios donde están a los tiros”, lanzó.
Volviendo al tema de salud, Bondesío rememoró: “Inauguramos terapias intensivas como en Cañada de Gómez; no conseguía que dejen de derivar la gente a terapia intensiva en la ciudad de Rosario; me costó un mes poner en marcha y varios gritos esa terapia intensiva”, enumeró.
Por otra parte, trajo a colación la causa Rodenas (médico hemodiálisis del Hospital Centenario), quien fue procesado por 6 causas de muerte y era proveedor de los insumos del nosocomio. “Rodenas no tenía vacunados a los enfermos ni a los auxiliares ni a los enfermeros contra la hepatitis B. Y en esa causa, en la justicia, como la hermana es jueza, se excusaron un montón de jueces. Tuve que terminar radicándome en Santa Fe. Y por supuesto todas las causa, como las 13 de la Caja de Jubilaciones que inicié, por los cuatro años perimieron”.
“El problema es muy grave y los rehenes son los enfermos”, concluyó.
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