El Papa designó a Agustín Radrizzani como nuevo obispo de Luján-Mercedes. Radrizzani es uno de los purpurados de mejor diálogo con el gobierno nacional. Un cambio en la orientación de la diócesis.
Agustín Radrizzani, uno de los obispos que mayor diálogo mantiene con el Gobierno, es desde ayer el nuevo titular de la diócesis de Luján-Mercedes, en cuyo territorio se encuentra la basílica nacional de Nuestra Señora de Luján. El nombramiento, hecho por Benedicto XVI, se difundió en la víspera de manera simultánea en Buenos Aires y Roma. Radrizzani, de 63 años, es actualmente vicepresidente segundo de la Conferencia Episcopal y un hombre de gran prestigio y reconocimiento entre sus pares.
El nuevo arzobispo, caracterizado por su apertura y compromiso social, sucede al frente de la diócesis de Luján-Mercedes al obispo Rubén Di Monte, quien presentó su renuncia por alcanzar el límite de los 75 años establecidos para el gobierno pastoral. Con el nombramiento de Radrizzani se produce un cambio importante de orientación en la diócesis de Luján, por cuanto tanto Di Monte como quien lo precedió en el cargo, el ya fallecido obispo Emilio Ogñenovich, se caracterizaron por sus posiciones marcadamente conservadoras. Ogñenovich fue, a la vez que uno de los obispos más cercanos al ex presidente Carlos Menem, uno de los prelados católicos que mayores vínculos mantuvo con la dictadura militar.
En su primer destino episcopal, Radrizzani tuvo la responsabilidad de suceder en 1991 en Neuquén a una figura emblemática del catolicismo progresista como lo fue el obispo Jaime De Nevares, reconocido luchador en defensa de los derechos humanos. En aquella diócesis, Agustín Radrizzani les dio continuidad a las orientaciones pastorales de su predecesor, tanto en lo estrictamente pastoral como en lo relativo a las cuestiones sociales y de derechos humanos. En Neuquén el obispo Radrizzani profundizó además una relación personal que hasta ahora subsiste con el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli. De hecho, el actual vicepresidente de la Conferencia Episcopal es uno de los obispos que siempre mantuvo canales abiertos con el gobierno de Néstor Kirchner aun en los momentos en que la relación se hizo tensa y difícil.
El nombramiento de Radrizzani tiene también otro costado intraeclesiástico, dado que el ahora arzobispo de Luján-Mercedes había sido propuesto por la Conferencia Episcopal para ser titular de la arquidiócesis de Rosario en 2006, pero finalmente el nombramiento no se concretó en medio de rumores que indicaban que el Vaticano, por influencias surgidas en Buenos Aires, desconoció las propuestas que salieron del Episcopado argentino. La designación en una sede de la importancia de Luján, donde tiene asiento la basílica nacional, se puede considerar también como un reconocimiento para quien hasta ahora fuera obispo de Lomas de Zamora. La diócesis comprende los partidos bonaerenses de Alberti, Carmen de Areco, Chacabuco, Chivilcoy, General Las Heras, General Rodríguez, Junín, Leandro N. Alem, Lobos, Luján, Marcos Paz, Mercedes, Navarro, San Andrés de Giles y Suipacha.
Ayer también se anunció que el Papa aceptó la renuncia presentada por el obispo Elmer Miani, quien durante 18 años fue titular de la diócesis de Catamarca y en su lugar designó al obispo Luis Urbanc, que desde noviembre de 2006 ya se desempeñaba como obispo coadjutor, asumiendo el gobierno diocesano debido a la enfermedad del titular.
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