A PEDALEAR EN LA CIUDAD

TELAM Impulsan a la bicicleta como medio de transporte Se trata de un proyecto para aplicar el "bicing" y disminuir la contaminación ambiental. Será tratado por la Legislatura porteña el jueves, aunque la medida fue criticada por especialistas.

Un proyecto para aplicar el "bicing", un sistema de uso de la bicicleta como medio de transporte público urbano para disminuir la contaminación ambiental, alquiler mediante, será tratado por la Legislatura porteña el jueves próximo, aunque la medida fue criticada por especialistas. El sistema consiste en disponer terminales en toda la ciudad -unas 1.000 en este caso-, donde se pueda alquilar bicicletas para trasladarse y devolverlas en otro punto de la red, según la iniciativa, que llega al recinto tras ser aprobada por las comisiones de Tránsito, Obras y Presupuesto. Estas terminales estarán ubicadas en sitios estratégicos para la conexión con otros transportes, como cerca de estaciones de subte, tren y playas de estacionamiento públicas. El proyecto también impulsa una serie de obras, tendientes a asegurar la compatibilidad entre el desarrollo urbanístico de la Ciudad de Buenos Aires y el uso de la bicicleta. Según la iniciativa, el "bicing" introducirá criterios para favorecer el tránsito integrado de las bicicletas en los proyectos de urbanización, mediante la construcción de nuevas vías urbanas o la implementación de bicisendas o calles exclusivas para ciclistas. El bicing es de uso habitual en ciudades europeas, como Barcelona, París, Amsterdam, Lyon o Berlín, y sus promotores lo consideran una herramienta para solucionar los problemas del tránsito y una acción de protección al ambiente. En ese sentido, el diputado Pablo Failde, autor del proyecto, dijo que con el "bicing" se combaten "diversos aspectos, tales como la contaminación y la congestión". Para alquilar una bicicleta, se deberá contar con un carné de usuario, que será personal e intransferible y se otorgará, a mayores de 18 años, contra la presentación del Documento Nacional de Identidad, mientras quienes tengan entre 16 años y 18 podrán adquirirlo previa autorización de sus padres o tutores. Además, habrá que declarar tener capacidad física y psíquica para utilizar este sistema de transporte y pagar la tarifa correspondiente al abono mínimo, dentro de la cual se incluirá el porcentaje destinado al seguro de responsabilidad civil. El presidente de la Asociación de Ciclistas Urbanos, Néstor Sebastián, se mostró de acuerdo con la iniciativa, porque "instalaría culturalmente el tema de la bicicleta no sólo como medio de transporte, sino como medio de transporte público". El especialista, advirtió, no obstante, que la norma propuesta "deja abierta algunas especificaciones" vinculadas con la infraestructura necesaria, al remarcar que "en el Presupuesto 2008 no hay dinero destinado a la obra vial para bicicletas". En esta línea, especialistas en seguridad vial criticaron duramente el proyecto porque, argumentaron, la estructura del tránsito, la inseguridad y las pautas culturales en el país pondrán en riesgo a los ciclistas. Según Gustavo Abranvatti, director de Seguridad Vial del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI), "primero tiene que haber una revisión de la estructura vial, porque en la medida que el tránsito no esté discriminado y se diferencie al vehículo chico del grande, el riesgo es muy grande". El especialista afirmó a Télam que se olvidan pasos previos necesarios: la separación de vías exclusivas según tipo de vehículo, la instalación de ciclovías "que barran toda la ciudad" y una mejora y "ordenamiento" del transporte público existente. "En Europa esto está muy asociado a una cultura de ciclistas, con lugares exclusivos para circular y gran respeto hacia él. Hay un ordenamiento muy estricto del tránsito. Colectivos y bicis no pueden ir juntos, si no se paga un riesgo muy alto al incentivar al ciclismo", consideró. También cuestionó la creencia de que esta medida disminuiría el parque automotor en circulación: "no solucionaría del todo el problema del tránsito masivo. Está focalizado a un sector muy pequeño de la población. Le sacaría tránsito a los colectivos y subtes, pero no presencia a los automóviles", dijo. Eduardo Bertotti, presidente del Instituto de Seguridad y Educación Vial (ISEV), expresó a Télam que en ciudades europeas "el comportamiento es distinto, donde se cuida al ciclista. Y también él mismo tiene otro comportamiento. Respeta los semáforos y se comporta como si fuera un vehículo mas".