Una multitud veneró a la Virgen de San Nicolás

SOCIEDAD I A 24 AÑOS DE SU APARICION Telam Más de medio millón de fieles participó de la misa central que se celebró a la tarde, tras una breve procesión por las nueve cuadras que circundan el templo. Miles de personas de distintos puntos del país fueron a la ciudad para honrar a la Virgen, a 24 años de su primera aparición.

Más de medio millón de peregrinos veneraron este martes a la Virgen del Rosario de San Nicolás, en el 24 aniversario de su aparición en esta ciudad bonaerense, donde se construye el templo que, según los creyentes, María le pidió a Gladis Motta en los mensajes que le transmitía en sus sueños. Fuentes eclesiásticas señalaron a Télam que la llegada de los fieles para presenciar la procesión y alabar a la Virgen, desde todos los puntos del país, comenzó a principios de mes pero la mayoría arribó a San Nicolás entre el domingo último y el lunes. La concentración de los peregrinos en "El Campito" -predio que el Municipio cedió para construir el templo en 1985- se efectuó en la última medianoche, cuando se ofició la misa de vísperas y la imagen mariana se exhibió ante las primeras 40.000 personas que acompañaron la celebración. Los oficios religiosos se sucedieron desde las primeras horas de este martes hasta la misa central de las 16, que ofició el obispo de San Nicolás, monseñor Héctor Cardelli, tras una breve procesión por las nueve cuadras que circundan el templo en construcción. Esta procesión con la imagen de la Virgen -que fue sacada a la calle a las 15- fue encabezada por Cardelli, junto al intendente de esta comuna del norte provincial, Marcelo Carignani, y el arzobispo de Paraná, Mario Moullión. En sintonía con el lema anual, "María discípula y misionera", la homilía de Cardelli abogó por la "obediencia a la voluntad de Dios" y, a diferencia de celebraciones de otros años o a otros santos, como la de San Cayetano, se excluyó del púlpito cualquier referencia a la situación social o política del país. La única mención "hacia los gobernantes de las naciones" se hizo durante las peticiones, cuando se les pidió "que defiendan la vida desde su concepción y respeten en sus decisiones los valores cristianos". El obispo leyó un pasaje bíblico donde Jesús afirma que María "y mis hermanos, son aquellos que obran mi palabra y hacen la voluntad de Dios" y dijo que para pertenecer a la familia celestial "es necesario escuchar y cumplir con su voluntad". "Al decir de San Pablo, ’Yo no soy yo; es El quien vive en mí’", afirmó el obispo y pidió, junto a los fieles, que María interceda ante Jesús para "hacer lo que Dios nos pide". "El mensaje del evangelio es claro, pero los oídos están cerrados y esta negación nos condena", continuó Cardelli, y pidió que "las conductas de los peregrinos sigan el ejemplo de María". Los fieles lo escucharon con atención y sólo lo interrumpieron con aplausos y "vivas" a la Virgen entre un pasaje y otro y, sobre el final del oficio, los voluntarios del santuario soltaron un rosario de globos con los colores marianos -celeste, blanco y rosado- que elevó una imagen de María en telgopor. María Encarnación Martínez se emocionó y expresó: "vuelan uno al lado del otro" y, con los ojos vidriosos, contó que hace cuatro años que va a San Nicolás porque está segura de que la Virgen obró milagros en ella. "Yo soy portadora de hepatitis C. Me la contagié en un hospital, cuidando a mi marido que murió de cáncer", relató la mujer, quien sostuvo que, por intervención divina, su enfermedad está controlada y sus hijas encontraron paz, pese a la muerte del padre, que las había sumido en una fuerte depresión. Juana Ramos, otra peregrina que viajó al santuario, también contó una historia de milagros: "Yo perdí una hija hace 15 años y en la desesperación se me apareció María en sueños y me acompañó en el dolor". Desde entonces, Juana viaja todos los años al santuario para agradecer la paz y el consuelo que, asegura, llegó a su vida después de esa aparición. "Yo no sabía que era la Virgen de San Nicolás hasta que la vi en la televisión -explicó la mujer-. Fue un milagro que iluminó mi vida". Pasadas las cinco de la tarde, los peregrinos empezaron a desconcentrar por la calle Sarmiento donde desde el fin de semana se instalaron varios puestos de feria con imágenes marianas, velas, rosarios y medallas a la venta. La gente se subió a los micros que la llevaría de regreso a su casa o inició la vuelta a pie, mientras la tarde se tornaba fría tras la caída del sol.