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Fuente: La Capital | |||
Pasaron inadvertidos durante mucho tiempo, pero ayer abrieron las puertas de su casa y contaron cómo es su relación. —El amor se presenta, no tiene límites y debe aceptarse, pero la relación entre ustedes escapa a lo que cualquiera puede imaginar. Adelfa: Lo nuestro nació en base al respeto y los momentos que compartimos. Yo lo conozco desde que nació, fui muy amiga de su madre y cuando ella falleció le dije a Reinaldo que se viniera a vivir conmigo (él tiene dos hermanos mayores que están casados y tienen sus propias familias). En ese momento era sólo un niño, tenía 15 años, pero desde el primer día de convivencia nos complementamos. —¿Cómo fue que nació el noviazgo? Adelfa: Fui yo quien se lo propuse. Ya habían pasado cuatro años de convivencia y comencé a darme cuenta de que la relación comenzaba a tomar otro color. Un día me sinceré con él y le propuse que cambiáramos las cosas. Reinaldo: Yo acepté con gusto y todo siguió como antes, pero nuestro cariño se afianzó de otra manera. —Verlos juntos puede dar la sensación de una abuela y su nieto ¿Qué piensan sobre los prejuicios de la gente? Adelfa: Desde el primer momento supe que si alguien se enteraba de lo nuestro iba a pensar mal, pero estoy convencida de que para armar una pareja y plantear una relación madura no hay que tener tapujos con la edad. Yo siempre soñé con casarme. Reinaldo: Estoy seguro de que mucha gente creerá que sólo lo hago para quedarme con sus objetos materiales, pero no es así. Después de seis años de noviazgo y convivencia, el paso por el Registro Civil no cambiará para nada las cosas. No lo haremos por iglesia a pedido de la novia, que dice que ella se va a ver ridícula y yo voy a quedar como muy pendejo (risas). —¿Cómo es su convivencia? Reinaldo: Yo me hago cargo de la limpieza y los mandados, estoy siempre acompañándola y salimos a pasear siempre. Adelfa: A él nunca le faltó nada a mi lado, siempre estuve atenta a sus necesidades para satisfacerlas. Soy su única familia, porque no tiene mucha relación con sus hermanos y lo aprecio muchísimo porque es un buen chico que me quiere. —¿Cómo festejarán? Reinaldo: Nuestra vida es reservada. Tengo muy pocos amigos, por eso después de la ceremonia del viernes sólo compartiremos un almuerzo con nuestros testigos. Adelfa: Para mí el día es muy especial, es un sueño que está por concretarse. Por otro lado, sé que es un resguardo económico para Reinaldo, él sólo me tiene a mí y yo quiero que el día que yo ya no esté, él pueda quedarse con mis cosas. Es sólo un asunto legal, pero queremos dejar las cosas en orden. |
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Hace 2 semanas.
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