El Acta que Binner negó y el socialismo no cumplió

El portal partidario www.dobleclickradical.com.ar publicó el Acta Fundacional, firmada por al PS y la UCR, que no fuera cumplida por los socialistas y terminó fracturando el centenario partido.

Fuente: DataSantaFe / DobleClickRadical

“El candidato socialista Hermes Binner redefinió su proyecto político a espaldas de la UCR. No sólo se negó a reconocer a Carlos Fascendini como su compañero de fórmula sino que además negó la existencia del Acta Fundacional”, afirman los radicales en el portal. Como instrumento legítimo al que debían ceñirse el PS y la UCR, el Acta Fundacional firmada por ambos partidos en junio de 2005, posibilitaba la conformación del Frente Progresista Cívico y Social. Su total incumplimiento por parte del PS creó profundas contradicciones en la sociedad, fracturando al Radicalismo y transformando el Frente programático en un mero Frente electoral. La posibilidad de unir fortalezas con el Socialismo y concretar un cambio de rumbo en la provincia, nos llevó a volcar todos nuestros esfuerzos para hacer realidad la construcción de un Frente opositor. Sin embargo, los debates previos al Acta - que luego incumpliría el Socialismo - fueron inevitables. Ya en el año 2003 el PS había demostrado su tendencia a inmiscuirse en la vida interna del Radicalismo y a no respetar nuestros criterios cuando decidió unilateralmente quién sería el diputado nacional radical (Beccani) y qué diputadas de este partido irían en la lista provincial cubriendo el cupo socialista (Mónica Peralta y Daniela Cuesta), además de designar para la fórmula a vicegobernador, un candidato justicialista (Miguel Paulón). Fue la decisión de firmar el Acta ante escribano público lo que finalmente saldó la discusión, logrando que la UCR aprobara la construcción del Frente por unanimidad. El Acta Fundacional UCR- PS trazó con claridad el orden de cosas y criterios que debía respetar esa unión partidaria. El candidato a vicegobernador debía ser radical. Todos los candidatos postulantes a los diferentes cargos debían ser elegidos por sus correspondientes partidos sin intromisión alguna del otro. Por otro lado, para garantizar que se tratara de un Frente programático y no meramente electoral, se determinó un orden en su construcción. En primer lugar, se formarían los grupos técnicos UCR – PS. Luego, fruto del trabajo de éstos, se acordaría una plataforma de gobierno. En tercer lugar, una vez conformada esa base, ambos partidos dialogarían con otras fuerzas políticas y sociales para lograr una integración programática. Una vez cumplidos con éxito esos pasos, se formalizaría públicamente la construcción del Frente Progresista Cívico y Social con una conducción provincial. Hasta aquí el compromiso legítimo, sellado en junio del año 2005, que consigna en su primera página: «la Unión Cívica Radical y el Partido Socialista asumen la conducción plena, total y compartida de las decisiones políticas, estratégicas y operativas del Frente». Iniciado el año 2006, urgía consolidar en forma definitiva el Frente programático. Siguiendo las pautas claramente marcadas en el Acta Fundacional y con el objetivo de hacer transparente y legítimo el proceso, desde la UCR decidimos convocar a elecciones internas para sentar en la mesa de negociaciones a aquellos que hubieran recibido el respaldo de los afiliados. Con una participación de más de 50.000 personas, el porcentaje mayoritario de votos (66%) correspondió a la lista verde que postulaba la reelección de Felipe Michlig. Concluidas las elecciones internas, se inició el diálogo con el Socialismo. El PS tenía urgencia por formalizar el Frente sin discusiones fundamentales que para la UCR eran prioritarias y formaban parte de lo acordado en el Acta Fundacional. Mientras tanto, el socialista Hermes Binner recorría la provincia como candidato a gobernador del Frente, visitando las municipalidades y comunas radicales a pesar de los llamados de atención sobre la necesidad de coordinar actividades entre ambos partidos. El Comité Provincial de la UCR se vio obligado a emitir una circular a los departamentos santafesinos pidiéndoles que no participaran en tales actos cuando el radicalismo no hubiera sido notificado. A fin de no reavivar lo contraproducente de aquel hecho, la UCR decidió avanzar en la nominación de un candidato o candidata para la vicegobernación, de acuerdo a lo firmado. De ese modo, de allí en más, debía ser la fórmula bipartidaria la que recorriera la provincia. A través de un proceso democrático se eligió por unanimidad a Carlos Fascendini como representante de la Convención Radical para acompañar a Binner como candidato a vicegobernador. El Socialismo cambió los planes Tres días más tarde de aquella elección, el candidato socialista Hermes Binner redefinió su proyecto político a espaldas de la UCR. No sólo se negó a reconocer a Carlos Fascendini como su compañero de fórmula sino que además negó la existencia del Acta Fundacional. Ya entonces, se impuso como meta elegir un candidato a vicegobernador perteneciente a la ciudad de Santa Fe y «en lo posible mujer». Una última reunión de la comisión de enlace entre ambos partidos, a la que Binner ya no asistió, tuvo lugar la semana siguiente. Una vez más, el encuentro estuvo coronado por decisiones unilaterales por parte del Socialismo: Dipollina notificó a la UCR que el PS había tomado la resolución orgánica de exigirle el silencio público respecto a la cuestión de quién sería el candidato a vicegobernador, hasta marzo de 2007; mientras tanto el socialismo ya hacía sonar un nombre y un apellido para la vicegobernación: el de Griselda Tessio. El Radicalismo debía además retirar la candidatura de Carlos Fascendini para complacer al Socialismo. Posteriores intentos por sostener el diálogo dejaron al descubierto otros episodios de avasallamiento del PS hacia la UCR, entre ellos la orden de armar una nueva comisión negociadora que excluyera a quienes desempeñaban esa función hasta el momento. Esto dejaba al margen nada más y nada menos que al Presidente Provincial del Partido, dos de sus Vicepresidentes, los dos intendentes que formaban parte de la Mesa de Conducción, además del intendente de Firmat por los departamentos del sur y dos representantes del sector que obtuvo la minoría en las últimas elecciones internas. Es decir, se dejaba fuera de negociación a todo el partido. Quienes férreamente defendieron las decisiones de la Convención Radical, Felipe Michlig y Juan Carlos Millet, quedaban proscriptos para cualquier nominación por «desautorizar públicamente a Binner y al Partido Socialista». El impacto en el Radicalismo Distintas posiciones comenzaron a gestarse dentro del Radicalismo a partir de la transgresión del PS, dejando al partido al borde de la fractura. Por un lado, los miembros que aún con esperanzas de integrar el Frente, privilegiaron resguardar la dignidad del partido, su institucionalidad, y la necesidad de exigir al PS el cumplimiento riguroso del Acta Fundacional, fueron señalados por la prensa favorable al socialismo con apodos y calificativos como «rupturistas», «grupo mimí», «funcionales al PJ». Otra de las posiciones fue la de los «autoconvocados» o «grupo de los ocho» -como ellos mismos se llamaron-: entre ellos Zuza, Torres, Cáceres, Alvarez y Dádomo. Este grupo señaló que la comisión de enlace se había equivocado al nominar a Fascendini, que en su constitución era muy numerosa y que era atendible el criterio de Binner de requerir un compañero de fórmula capitalino. Para ellos, violar el Acta en ese punto no era motivo suficiente para romper con el Socialismo. Por último, un tercer grupo liderado por Carlos Fascendini aceptó las demandas del PS sin ningún tipo de condicionamientos. A esa altura de los acontecimientos, Fascendini reconoció haber negociado con Hermes Binner su candidatura a vicegobernador a cambio de la primera diputación provincial. Un Frente ilegítimo En busca de conciliación, el paso siguiente del Radicalismo arrojó un nuevo acuerdo. A pesar de haber sido el principal hacedor del Frente, aceptaría las limitaciones impuestas por el PS: los dirigentes que anteriormente formaban parte de la mesa de negociaciones decidieron excluirse de ella, y los nuevos integrantes tuvieron que aceptar además la renuncia a cualquier candidatura para el año 2007. Si bien la UCR aceptaba el criterio de seleccionar un candidato a vicegobernador perteneciente a la ciudad de Santa Fe, defendió su legítimo derecho a elegirlo. Esta nueva etapa de consenso fue quebrada por Carlos Fascendini y su entorno, que apenas días más tarde decidió desconocer lo acordado en el último plenario y, en complicidad con Binner y el PS, lanzó en un hotel céntrico de la capital santafesina la candidatura de la ex fiscal Griselda Tessio como compañera de fórmula del socialista. Otra atribución tomada desde la arbitrariedad, ya que este grupo se arrogó la representatividad del conjunto del radicalismo, para desatender la resolución del Plenario. Luego, sin la plataforma que establece el Acta Fundacional, el socialismo se reunió por cuenta propia con el ARI, el PC, el PDP y María del Carmen Alarcón, sumándolos al Frente sin el aval de la UCR: un agregado de partidos sin conexión ideológica alguna y sin posibilidades de consensuar un programa de gobierno para la provincia. Rechazando esta sumatoria de partes inconexas y en vistas de los mecanismos arbitrarios del PS, aun después de haber trabajado varios años para mejorar la proyección de Hermes Binner en la provincia y haber posibilitado su visualización como candidato en el año 2005, decidimos privilegiar nuestros principios y avanzar en el proceso electoral con fórmula propia.