Más autos, desorden y disputas en el centro
Los vendedores del microcentro aseguran que los clientes piensan dos veces antes de ir hasta el área comercial con sus autos y que eso los perjudica. - Fuente El Litoral
Desde que venció el contrato de trabajo del SES con la Municipalidad, el 24 de abril, en el microcentro de la ciudad hay un comentario que se extiende y que los santafesinos repiten a diario: el tránsito es un caos. Más de lo que ya era.
No sólo los que manejan se quejan, los mismos que generan los problemas, sino también los comerciantes que ven el perjuicio a su actividad.
Un peatón, Carlos, intenta cruzar calle Mendoza y la fila de autos que circulan no se corta: ``Se nota que el tránsito es un lío, antes el SES por lo menos regulaba de cierta forma. Además las calles son muy angostas y es notable el aumento de la cantidad de autos, no hay lugares para estacionar'', comenta y se larga rápido entre dos vehículos que disminuyen la marcha.
En una conocida joyería del centro, Silvia, su propietaria reconoce el cambio: ``Los mismos comerciantes ahora aprovechan para venir a trabajar en sus autos y ocupan el lugar donde los podían dejar los clientes. Yo vine con el mío a media mañana y fue imposible encontrar lugar, lo dejé en una playa. Eso es malo para el comercio, yo no lo dejaría todo el día estacionado, sin duda afecta''.
A pesar de lo que significó la instalación del sistema de estacionamiento medido y los comentarios adversos que generó en cuanto a costos hoy se reclama por su vuelta. ``Considero mejor que esté el SES. Ahora muchas personas vienen a las 7 de la mañana y dejan el auto en un lugar hasta el mediodía o más, comercialmente seguro que implica pérdida. Si hay alguien que viene, por el tiempo que sea, paga y listo, pero generalmente no es toda la mañana. Así se recambia, permite que el que venga encuentre lugar, ahora el único control son los inspectores y no dan abasto'', explicó a EL Litoral Jorge Alberto dueño de una reconocida panadería céntrica.
César, vendedor en una zapatería dice que a veces se ve cómo la gente se pelea por los lugares para estacionar. ``Algunos conductores por ahí ven que un auto está dejando el lugar y se paran adelante o atrás a esperar que se vaya y eso genera peleas porque esperan en doble fila y el que está estacionado no puede salir y los que estaban circulando se tiene que detener a esperar, queda todo trabado'', aclara y agrega ``todo eso se nota en la ventas para mal, muchos clientes entran, esperan unos minutos y si no los podés atender rápido se van. Eso es porque dejan el auto en cualquier lado, mal ubicado y no pueden esperar, por lo tanto se van a algún local de otra zona donde haya lugar''.
Alrededor de las 11 de la mañana el paisaje que muestran las calles céntricas se repite a la perfección de unas a otras. Los colectivos y los autos avanzan a paso de hombre o están detenidos, el tránsito en calle 25 de Mayo no corta, por lo tanto todas las vías que desembocan ahí no muestran movimiento. Hay proveedores que estacionan sus camiones y descargan en los negocios por un buen rato, si en un momento un colectivo intenta pasar y no puede seguir, es suficiente para que el tránsito se corte por bastante tiempo.
Un trabajo nada sencillo
En la zona de la plaza Alberdi se ven dos inspectores de tránsito, en pleno horario de trabajo. Por el momento, son el único control que existe para la circulación y, tal como ellos lo reconocen, no alcanza.
``Mi horario es de 8 a 13 horas y el tránsito es terrible, más desde que no está el SES. La gente no respeta, estacionan en cualquier lado, creen que pueden hacer lo que quieren'', explica el inspector 164, Franco.
También brinda un dato interesante que refleja perfectamente la situación: el número de infracciones que hacen por día se disparó. ``Hacemos 25 ó 30 a la mañana y la misma cantidad a la tarde''.
Según el inspector municipal Franco, la gente desconoce que ellos están trabajando en el control de la circulación y que ``los primeros días que la empresa ya no trabajaba era peor. A medida que nos ven haciendo la supervisión paralela, medianamente se entendió que no se puede hacer cualquier cosa, aunque muchos lo hacen igual''.
Es claro, para el inspector, que el número de vehículos en circulación se duplicó y lo ejemplifica: ``Si venís a las 8 de la mañana y querés estacionar no hay más lugar, por eso hay más infracciones porque como no hay espacio la gente cree que tiene derecho a ocupar lo que quiere y si le hacés notar la falta te explican que demoran 2 ó 3 minutos, pero nunca es ese tiempo, se quedan en doble fila, del lado izquierdo o ponen la baliza y piensan que con eso pueden estar el tiempo que quieren''.
Antes de terminar el inspector comenta que es notable lo mal que se maneja en la ciudad y lo nerviosos que están los conductores. ``Si tienen que bajarse en un banco van y estacionan adelante, aunque no haya espacio y cuando nosotros le pedimos que se muevan reaccionan mal, aunque saben que están en falta, te gritan que se van a quedar porque tienen que hacer un trámite'', describió Franco.
No sólo los que manejan se quejan, los mismos que generan los problemas, sino también los comerciantes que ven el perjuicio a su actividad.
Un peatón, Carlos, intenta cruzar calle Mendoza y la fila de autos que circulan no se corta: ``Se nota que el tránsito es un lío, antes el SES por lo menos regulaba de cierta forma. Además las calles son muy angostas y es notable el aumento de la cantidad de autos, no hay lugares para estacionar'', comenta y se larga rápido entre dos vehículos que disminuyen la marcha.
En una conocida joyería del centro, Silvia, su propietaria reconoce el cambio: ``Los mismos comerciantes ahora aprovechan para venir a trabajar en sus autos y ocupan el lugar donde los podían dejar los clientes. Yo vine con el mío a media mañana y fue imposible encontrar lugar, lo dejé en una playa. Eso es malo para el comercio, yo no lo dejaría todo el día estacionado, sin duda afecta''.
A pesar de lo que significó la instalación del sistema de estacionamiento medido y los comentarios adversos que generó en cuanto a costos hoy se reclama por su vuelta. ``Considero mejor que esté el SES. Ahora muchas personas vienen a las 7 de la mañana y dejan el auto en un lugar hasta el mediodía o más, comercialmente seguro que implica pérdida. Si hay alguien que viene, por el tiempo que sea, paga y listo, pero generalmente no es toda la mañana. Así se recambia, permite que el que venga encuentre lugar, ahora el único control son los inspectores y no dan abasto'', explicó a EL Litoral Jorge Alberto dueño de una reconocida panadería céntrica.
César, vendedor en una zapatería dice que a veces se ve cómo la gente se pelea por los lugares para estacionar. ``Algunos conductores por ahí ven que un auto está dejando el lugar y se paran adelante o atrás a esperar que se vaya y eso genera peleas porque esperan en doble fila y el que está estacionado no puede salir y los que estaban circulando se tiene que detener a esperar, queda todo trabado'', aclara y agrega ``todo eso se nota en la ventas para mal, muchos clientes entran, esperan unos minutos y si no los podés atender rápido se van. Eso es porque dejan el auto en cualquier lado, mal ubicado y no pueden esperar, por lo tanto se van a algún local de otra zona donde haya lugar''.
Alrededor de las 11 de la mañana el paisaje que muestran las calles céntricas se repite a la perfección de unas a otras. Los colectivos y los autos avanzan a paso de hombre o están detenidos, el tránsito en calle 25 de Mayo no corta, por lo tanto todas las vías que desembocan ahí no muestran movimiento. Hay proveedores que estacionan sus camiones y descargan en los negocios por un buen rato, si en un momento un colectivo intenta pasar y no puede seguir, es suficiente para que el tránsito se corte por bastante tiempo.
Un trabajo nada sencillo
En la zona de la plaza Alberdi se ven dos inspectores de tránsito, en pleno horario de trabajo. Por el momento, son el único control que existe para la circulación y, tal como ellos lo reconocen, no alcanza.
``Mi horario es de 8 a 13 horas y el tránsito es terrible, más desde que no está el SES. La gente no respeta, estacionan en cualquier lado, creen que pueden hacer lo que quieren'', explica el inspector 164, Franco.
También brinda un dato interesante que refleja perfectamente la situación: el número de infracciones que hacen por día se disparó. ``Hacemos 25 ó 30 a la mañana y la misma cantidad a la tarde''.
Según el inspector municipal Franco, la gente desconoce que ellos están trabajando en el control de la circulación y que ``los primeros días que la empresa ya no trabajaba era peor. A medida que nos ven haciendo la supervisión paralela, medianamente se entendió que no se puede hacer cualquier cosa, aunque muchos lo hacen igual''.
Es claro, para el inspector, que el número de vehículos en circulación se duplicó y lo ejemplifica: ``Si venís a las 8 de la mañana y querés estacionar no hay más lugar, por eso hay más infracciones porque como no hay espacio la gente cree que tiene derecho a ocupar lo que quiere y si le hacés notar la falta te explican que demoran 2 ó 3 minutos, pero nunca es ese tiempo, se quedan en doble fila, del lado izquierdo o ponen la baliza y piensan que con eso pueden estar el tiempo que quieren''.
Antes de terminar el inspector comenta que es notable lo mal que se maneja en la ciudad y lo nerviosos que están los conductores. ``Si tienen que bajarse en un banco van y estacionan adelante, aunque no haya espacio y cuando nosotros le pedimos que se muevan reaccionan mal, aunque saben que están en falta, te gritan que se van a quedar porque tienen que hacer un trámite'', describió Franco.
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