"Bienvenidos"

Les doy la más cordial bienvenida a este Blog de noticias, en la que agradezco vuestro interés en conocernos mejor.

En el Blog Yerba Mate he incluido información actualizada sobre los hechos más relevantes producidos en la región y en el país.

Además, podrán disfrutar de videos musicales, reportajes, viajes, encuentros varios, y todo aquello que recomienden...

miércoles, 24 de enero de 2007

“Santa Fe es fiel testigo de la falta de vocación sacerdotal”

miércoles, 24 de enero de 2007
POCOS ESTUDIANTES

Lo expresó Ricardo Mauti, rector del Seminario Mayor de la ciudad, que este año recibió sólo cinco estudiantes. La situación se repite en otros institutos del país. La iglesia manifiesta su preocupación.

Fuente: Diario UNO

La falta de vocaciones sacerdotales preocupa a la Iglesia Católica, que tiene menos de la mitad de los que necesita para la atención pastoral de 8.800 parroquias y capillas en más de 60 diócesis.

La crisis se agrava cada vez más con el escaso ingreso a los seminarios, cuya curva decrece a un promedio del 5 por ciento anual desde 1996, como consecuencia –admiten desde el Episcopado Nacional– de los casos de abusos sexuales que involucran a clérigos y las críticas al celibato sacerdotal, entre otros factores.

En Santa Fe la situación no es ajena y el número de inscriptos al seminario es cada vez menor. Por ese motivo, los curas de las distintas parroquias de la ciudad hacen todos los domingos sus homilías en alusión a la falta de jóvenes que prefieren dedicar su tiempo a la vida sacerdotal.

Este año, a diferencia de los anteriores, el seminario recibió cinco estudiantes (en 2006 –récord de la historia de la iglesia local– sólo hubo un inscripto). “Sabemos que es algo novedoso, pero también somos conscientes de que es una situación muy preocupante. Es hora de replantear lo que vive la iglesia y hacerse cargo de las posibles fallas”, explicó el rector del Seminario Mayor de Santa Fe, Ricardo Mauti.

Por otro lado, los párrocos explican que la misma situación se vive en todo el país. “Eso hace que nos repensemos cada vez más las cosas. Al observar importantes bajas en los votos sacerdotales, como así también en la vida consagrada de las religiosas, todos los curas comenzamos a cuestionarnos qué era lo que había fallado”, aseguró Ricardo Mauti.

La vida de un seminarista es una vida de sacrificio y dedicación. Los chicos que ingresan a la Iglesia para dedicar su vida a Dios, lo hacen después de realizar un discernimiento vocacional con los párrocos de su iglesia, una vez terminado el colegio secundario ingresan al Seminario Mayor y allí viven, estudian, tienen su oración y su vida comunitaria.

“Además efectúan trabajos pastorales los fines de semana. El proceso formativo dura, en la mayoría de los casos, siete años; porque son tres de Filosofía y cuatro de Teología aplicada”, argumentó el padre Mauti.

Entrega y compromiso

En la actualidad, las situaciones que viven los jóvenes son muy difíciles porque la mayoría de las personas subsiste más acelerada y con los minutos contados y muchas veces no se detiene a pensar en otra cosa que no sea su rutina.

“Hoy la falta de compromiso hace que cada vez haya menos sacerdotes. Asegurar tener una vida de celibato y los votos de la vida consagrada son cosas que tampoco ayudan a los jóvenes a tener una vida consagrada”, explica el rector del Seminario.

Buscar la fidelidad

Vivir en una sociedad plenamente libre hace que a los chicos les cueste más dar un paso hacia la fidelidad última de la Iglesia. “Eso también es lo que experimentan los novios jóvenes que dudan antes de entregarse para toda la vida; lo mismo pero con matices diferentes es lo que vive la comunidad católica el día de hoy”, afirmó Mauti.

Ahora, el último desafío de la Iglesia es alimentar a los chicos y chicas para que se entreguen a Cristo. “Es nuestra responsabilidad y por eso nos vamos a hacer cargo”, finalizó el rector del Seminario.

Evaluación preocupante

“La escasez de sacerdotes es crónica en el país”, dijo el presidente de la Comisión Episcopal de Ministerios, Carlos Franzini (Rafaela).

Otras fuentes religiosas consideraron, sin embargo, que las denuncias contra el padre Julio Grassi por abuso deshonesto y el escándalo por la renuncia del obispo Juan Carlos Maccarone, filmado mientras mantenía una relación íntima con un joven, golpearon la credibilidad institucional de la Iglesia.

A estos defases se suma que el ingreso promedio a la treintena de seminarios, tanto del clero diocesano como religioso, no llega a los 1.600 aspirantes por año, con una deserción del orden del 35 por ciento. Además, hay un 19 por ciento que deja los hábitos una vez ordenados, sobre todo para contraer matrimonio o por enamorarse.

Buenos Aires se ubica en el primer lugar de preferencia de los aspirantes al sacerdocio, con un centenar anual de inscriptos.

Paraná y Tucumán están en la línea de los 60 estudiantes; San Rafael y San Nicolás tienen una veintena de postulantes; y después hay diócesis –como Chascomús, Viedma, Santa Fe o Bariloche– con apenas media docena de ingresantes.

El mayor déficit de sacerdotes, según estadísticas eclesiásticas, se da en el conurbano bonaerense, donde el crecimiento demográfico –un 10 por ciento por década– es superior a la ordenación presbiteral, que ni alcanza un 5 por ciento en igual período.

Un fenómeno similar se da en zonas rurales provinciales, donde algunos templos pasan semanas sin un cura para celebrar misa, con el consiguiente peligro –advierten los obispos– de perder fieles en manos de otros credos, sobre todo evangélicos, con presencia efectiva en esas regiones.

0 comentarios:

 
BLOG de Noticias Yerba Mate. Design by Pocket