Santa Fe
Fuente Diario UNO
El especialista en esa enfermedad más respetado en el país describió las estrategias provinciales actuales.
Fuente Diario UNO
El especialista en esa enfermedad más respetado en el país describió las estrategias provinciales actuales.
En 2005 se realizó una campaña de detección de hepatitis C en Rosario y zona de influencia, en el marco de la cual se estudiaron 1.739 voluntarios, de los cuales 74 estaban infectados. En 2006, el Ministerio de Salud estableció un protocolo destinado a incluir y programar tratamientos de los pacientes afectados por la enfermedad en todo el territorio provincial, que presentó en ese momento el especialista Hugo Tanno del hospital Centenario de Rosario.
“Los análisis se hicieron en aquellos individuos que habían recibido sangre en la ciudad de Rosario como estudio piloto, antes de 1993, que es la fecha en la cual se empieza a detectar en los bancos de sangre a los portadores del virus C”, explicó el profesional y agregó: “luego la provincia entendió la importancia de tratarlos y hay pocos centros en la Argentina en los que se está trabajando en un determinado nivel muy alto, en los cuales se pueden hacer estudios de última generación; detectar la enfermedad y darle tratamiento con drogas de punta, de última línea”, sostuvo en relación al centro de referencia que funciona en un hospital rosarino.
Ahora Santa Fe está terminando de confeccionar una lista de todos los pacientes infectados que necesitan someterse a un tratamiento que es de los más avanzados que se aplican en toda América latina.
—¿En qué consisten esos protocolos de tratamiento que actualmente se aplican en la provincia?
—Las drogas que son de punta en el mercado exigen de ensayos clínicos, que son autorizados en determinados lugares que tienen un lugar muy bueno de investigación porque deben ser autorizados por centros de estudio de referencia a nivel mundial. En ese sentido, el único centro en el interior del país fuera de Capital Federal que realiza esos estudios es el de Rosario, que funciona en el hospital del Centenario que depende de la provincia en la asistencia y de la UNR en lo que hace a la docencia. Todas las drogas que están en el mercado en este momento, fueron testeadas en la Argentina. Eso significa algo fundamental: que hay un determinado grupo de gente que se beneficia al recibir tratamientos que son superiores o iguales que la mejor droga que está en este momento en el mercado.
—¿Qué comparan esos estudios?
—Una persona con hepatitis B en la provincia de Santa Fe entra dentro de esos protocolos y se compara a la droga supuestamente mejor en estudio, con el mejor tratamiento actual. Por lo cual, recibe tratamiento en cualquiera de los dos casos.
Eso es posible también en los hospitales Cullen e Iturraspe de la Capital y hay que saber que una vez que el virus infecta, su objetivo es perdurar, y lo logra en el 80 por ciento de los casos. La cuestión es que trabaja en forma silenciosa y puede hacerlo en 10, 20 o 30 años.
“Los análisis se hicieron en aquellos individuos que habían recibido sangre en la ciudad de Rosario como estudio piloto, antes de 1993, que es la fecha en la cual se empieza a detectar en los bancos de sangre a los portadores del virus C”, explicó el profesional y agregó: “luego la provincia entendió la importancia de tratarlos y hay pocos centros en la Argentina en los que se está trabajando en un determinado nivel muy alto, en los cuales se pueden hacer estudios de última generación; detectar la enfermedad y darle tratamiento con drogas de punta, de última línea”, sostuvo en relación al centro de referencia que funciona en un hospital rosarino.
Ahora Santa Fe está terminando de confeccionar una lista de todos los pacientes infectados que necesitan someterse a un tratamiento que es de los más avanzados que se aplican en toda América latina.
—¿En qué consisten esos protocolos de tratamiento que actualmente se aplican en la provincia?
—Las drogas que son de punta en el mercado exigen de ensayos clínicos, que son autorizados en determinados lugares que tienen un lugar muy bueno de investigación porque deben ser autorizados por centros de estudio de referencia a nivel mundial. En ese sentido, el único centro en el interior del país fuera de Capital Federal que realiza esos estudios es el de Rosario, que funciona en el hospital del Centenario que depende de la provincia en la asistencia y de la UNR en lo que hace a la docencia. Todas las drogas que están en el mercado en este momento, fueron testeadas en la Argentina. Eso significa algo fundamental: que hay un determinado grupo de gente que se beneficia al recibir tratamientos que son superiores o iguales que la mejor droga que está en este momento en el mercado.
—¿Qué comparan esos estudios?
—Una persona con hepatitis B en la provincia de Santa Fe entra dentro de esos protocolos y se compara a la droga supuestamente mejor en estudio, con el mejor tratamiento actual. Por lo cual, recibe tratamiento en cualquiera de los dos casos.
Eso es posible también en los hospitales Cullen e Iturraspe de la Capital y hay que saber que una vez que el virus infecta, su objetivo es perdurar, y lo logra en el 80 por ciento de los casos. La cuestión es que trabaja en forma silenciosa y puede hacerlo en 10, 20 o 30 años.
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