Escándalo e indignación en Nueva York por el crimen de un joven negro a manos de la policía

El sábado pasado tres amigos salían de una disco en Queens y, en circunstancias aún muy confusas, fueron acribillados por cinco policías vestidos de civil: recibieron 50 disparos. Uno de los jóvenes, que se iba a casar ese día, murió. Los otros dos están en grave estado. El alcalde Bloomberg prometió investigar el caso.

El asesinato de un joven negro a manos de la policía en el barrio neoyorquino de Queens, repercutió con fuerza en la población y generó indignación. El alcalde Michael Bloomberg, para tratar de calmar los ánimos, prometió que se investigará el crimen "de manera completa y diligente".

Sean Bell, de 23 años, se iba a casar el sábado pasado con su pareja, con la cual tenía dos hijos. Junto a dos amigos fueron a divertirse a una disco, como despedida, y cuando salieron fueron acribillados a balazos por cinco policías de civil que custodiaban el lugar.

Recibieron unos 50 disparos, según las pericias. Sean murió y sus dos acompañantes fueron internados en grave estado. Las razones de los disparos no son claras. Las primeras explicaciones policiales indicaron que los agentes abrieron fuego después de que el vehículo en el que viajaban los jóvenes embistiera contra un detective y un automóvil policial camuflado.

De los cinco policías que intervinieron en el tiroteo, dos son afroamericanos, uno tiene raíces latinas y otros dos de raza blanca. "Me parece inaceptable o inexplicable que cincuenta balas pudieran ser disparadas", declaró el alcalde Michael Bloomberg a la prensa.

"No sabemos aún exactamente lo que pasó. No tenemos todas las respuestas, p ero será la investigación la que deba mostrar lo que realmente pasó", agregó. Y prometió que ésta sería conducida "de manera completa y diligente"