Homenajearon al ex gobernador Carlos Sylvestre Begnis

"Entendió como nadie que la concreción de obras, aún aquellas que se ven como imposibles, es la llave para obtener la credibilidad de la gente" fue el primer concepto que rescató Jorge Obeid durante el emocionado discurso que pronunció al rendir un sentido homenaje al dos veces gobernador de Santa Fe, Dr. Carlos Sylvestre Begnis. El acto contó con la presencia de la totalidad del gabinete provincial, funcionarios y familiares del ex gobernador, entre ellos su hijo, el actual diputado Juan Héctor Sylvestre Begnis.

Al cumplirse 26 años del fallecimiento del ex mandatario santafesino, Obeid tributó un homenaje en el sitio donde está emplazado el monumento a Sylvestre Begnis, en el Túnel Subfluvial del acceso Santa Fe.

El acto, que contó con la presencia de la totalidad del gabinete provincial, funcionarios y familiares del ex gobernador, comenzó con una ofrenda floral que se depositó en el busto que lo recuerda, realizada en nombre del pueblo y gobierno santafesino. Allí se realizó un toque de silencio y posteriormente se dio lectura a las notas de adhesión a la recordación.

Posteriormente, ante una numerosa concurrencia, se proyectó un video biográfico sobre la figura de Carlos Sylvestre Begnis y la obra que realizó en todo el territorio provincial al frente de sus mandatos.

En la prosecución, tras la entonación de las estrofas del Himno Nacional, a cargo de la Orquesta Sinfónica Provincial -bajo la dirección de Reynaldo Semba-, y de la invocación religiosa realizada por el padre Franciscano Mario Fuenzalida, tuvieron lugar los discursos.

En primer lugar habló Augusto Becchetti, miembro de la Comisión Homenaje a Carlos Sylvestre Begnis, y posteriormente lo hizo su hijo, el diputado Juan Héctor Sylvestre Begnis, que en un emotivo discurso, se refirió a la figura de su padre destacándolo como hombre de familia, rememorando anécdotas que marcaron su infancia y su vida toda y las enseñanzas que aún hoy guían su accionar.

Para referirse al ex gobernador, Obeid comenzó su alocución indicando que "un domingo 22 de septiembre de 1980, hace hoy 26 años, fallecía el Dr. Carlos Sylvestre Begnis, dos veces gobernador de Santa Fe y uno de los más brillantes estadistas que haya dado esta provincia".

Sin dejar de ejercer nunca su actividad de médico y docente universitario, concibió la política como la más noble de las actividades humanas, la más completa forma de servicio a los demás. Concebía el poder no como satisfacción u orgullo personal sino como instrumento de transformación de la realidad.

Portador de una memoria prodigiosa, de un gran carisma y una enorme capacidad de trabajo, comprendió que la recuperación de Santa Fe pasaba por la identificación de su población con una propuesta creíble, integral y superadora. Para ello propuso y llevó adelante un plan ejemplo de desarrollo integral.

Fue un fiel continuador de la prédica federalista acuñada y defendida por los principales caudillos de Santa Fe. Concebía que la provincia, por su historia y por su presente, debía convertirse en ejemplo del país.

Fue un hombre del movimiento nacional que provenía del viejo tronco radical que se alineó junto a Arturo Frondizi después de la ruptura de 1957. Fue elegido por el general Perón para integrar la fórmula presidencial acompañando a Solano Lima en las elecciones de 1963, y más tarde, en 1973, como candidato a gobernador por el Frente Justicialista de Liberación.

Tenía un pensamiento integrador entre las distintas regiones de la provincia y pese a ser un hombre que provenía del sur, tuvo siempre su mirada en el norte provincial y allí orientó la mayoría de las inversiones.

La presencia de Sylvestre Begnis marcó un estilo de gobierno y dejó una impronta en todos los que formamos parte de la generación joven que participó de su campaña electoral y acompañó su tarea de gobierno. Aprendimos a conocer y a querer esta provincia en la totalidad de su territorio, valorando desde las grandes ciudades hasta el más pequeño pueblito rural.

La revalorización del río Paraná se convirtió en una política de Estado. Sylvestre Begnis sostenía que los ríos: "son esos caminos que andan por sí solos, que no se destruyen y que tienen un costo de conservación mínimo". Junto con el gobernador Uranga tuvo el gran mérito de haber terminado con la incomunicación y atraso de toda la Mesopotamia. El túnel subfluvial fue la mayor expresión de este aprovechamiento y reactivación de las vías navegables.

Como hombre de acción, revolucionó los criterios y tiempos de la administración pública. Para esto no recurrió al habitual camino del aumento indiscriminado de impuestos. El incremento de la recaudación se debió a la confianza que supo generar el empleo de los recursos públicos y su lucha contra la evasión fiscal. Una exitosa política fiscal se sostuvo en el equilibrio fiscal.

Demócrata de ideas claras y de actitud abierta y pluralista, no gobernó para su partido sino para todos los santafesinos.

Aunque se identificaba como un "hombre del sur", procuró que las distintas regiones de la provincia estuvieran representadas en el gobierno y se preocupó por no provocar resquemores en la sociedad.

Sus acciones fueron siempre integradoras y puso un especial énfasis en el desarrollo del centro y el norte provincial, tanta veces postergado. Sintetizando este afán de complementariedad y el reconocimiento de las diferencias, solía decir con claridad: "En el sur no entorpezcamos y en el norte promovamos".

Se comportó como celoso guardián de la honradez administrativa porque sabía muy bien que los actos de corrupción crecen muchas veces de arriba hacia abajo. Apasionado defensor de la ética pública, sostuvo con su ejemplo la premisa de que la honestidad individual es la mejor base desde donde debe partir la virtud republicana.

Viajero incansable, conocedor de esta provincia departamento por departamento, localidad por localidad, tomaba nota personalmente de las necesidades y problemas. Advirtió por ello que la clave para activar la administración provincial pasaba por movilizar a las comunas e implementar un novedoso sistema de distribución de recursos económicos, elementos viales, maquinarias pesadas, electrificación rural y viviendas.

Entendió como nadie que la concreción de obras, aún de aquellas que en un primer momento se ven como imposibles, es la llave para obtener la credibilidad de la gente. Las prioridades fueron dos: energía y caminos. Evaluó entonces la posibilidad de construir una súper central eléctrica en San Lorenzo. Y desde la ruta N°1, que une a los pueblos de la costa santafesina, a la ruta 98, que corta transversalmente a la provincia desde Tostado a Vera, diseñó un tramado inteligente de rutas cuyo objetivo fue contrarrestar el modelo alentado por los conservadores en la década del 30.

Hoy, como lo venimos haciendo desde hace años, volvemos a rendirle nuestro sincero homenaje a una de las personalidades más trascendentes de la vida política santafesina. Lo hacemos plenamente convencidos de que su legado y estilo de concebir y ejecutar la política siguen siendo un faro en donde referenciamos nuestro propio accionar.

Hace más de una década, cuando llegamos por primera vez al gobierno de la provincia, decidimos tomar como modelo para nuestro programa de gobierno aquel que Silvestre había implementado en sus dos gestiones y que había quedado trunco como consecuencia de la irrupción de dos absurdos golpes militares.

Años más tarde, accedimos a la obra que el profesor Miguel Ángel de Marco (hijo) puso en nuestras manos y encontramos en ella la síntesis ordenada y minuciosamente detallada del pensamiento y la obra de Sylvestre Begnis.

Aprendimos a considerar al río Paraná como la gran posibilidad para insertar a Santa Fe en el mundo. Inspirados en su legendaria epopeya por lograr la conexión entre Santa Fe y Paraná, llevamos adelante en nuestra primera gestión de gobierno el proyecto de las obras del puente que une a Rosario con Victoria. Estas dos obras no solo permitieron romper el aislamiento entrerriano, sino que significaron abrir un camino de salida para los productos que se elaboran en nuestra provincia.

LAS RUTAS TRANSVERSALES

El Dr. De Marco transcribe un párrafo dramático pero altamente elocuente en su biografía de Sylvestre Begnis. Dice: "en las últimas instancias de su agonía trazaba con los dedos de una de sus manos líneas sobre la sábana de su lecho de muerte, y decía: "Nos faltaron los caminos transversales", en alusión a aquellas rutas que aún hacían falta para descentralizar la actividad económica de la provincia y la Argentina."

Veintiséis años después, estamos sumando a la histórica ruta 98, otras importantes rutas transversales: la ruta Nº 90, de Villa Constitución a Melincué; la ruta 64, que completamos hace 10 años junto a Ramón Mestre en el tramo Fortín-Landeta, y la ruta 65, que finalmente ha sido concluida en toda su extensión. La ruta 39 de San Cristóbal hasta la costa y en el norte provincial las rutas Nº 30, 31 y 40. Para cada región de la provincia una ruta transversal que avance hacia una ruta troncal o hacia un puerto. No debemos repetir sobre las ciudades de Santa Fe o Rosario el perverso esquema de abanico que la generación del siglo XIX diseñó sobre el puerto de Buenos Aires aislando a los interiores.

LOS AMIGOS QUE LO ACOMPAÑARON

Es justo también recordar en este homenaje a los que acompañaron a Sylvestre Begnis en sus actividades de gobierno y en la tarea política. A Juan Quilici, a Héctor Gómez Machado, a Fernando Viñals, Félix Pagani, Angel Oscar Presce y a hombres que hasta el día de hoy siguen brindando su sabiduría y experiencia en tareas profesionales o de gobierno como lo son: Roberto Rosúa, Héctor García Solá, Danilo Kilibarda, Decio Ulla, Félix Astudillo, Enrique Rojo, Carlos Rabazzi y Gilberto Pietropaolo, por nombrar a los más representativos.

EJEMPLO DE HOMBRE PÚBLICO

Finalmente quiero destacar un aspecto importante de este acto. Por supuesto su objetivo principal es honrar y testimoniar nuestro reconocimiento a la figura de Sylvestre Begnis. Pero es también una contribución a la búsqueda de paradigmas, de ejemplos de hombres públicos, de gobernantes, de políticos que se presentan como modelo para la sociedad en un mundo mediatizado y mediocrizado en el cual pareciera que valen más los 15 minutos de fama en la televisión que una vida de estudio y al servicio de los demás.

Es necesario pues rescatar y hacer conocer, sobre todo a los más jóvenes, la existencia de estos hombres de carne y hueso que fueron capaces de hacer de los actos de gobierno, de la función pública y de la política, una actividad digna y prestigiosa.

Este es nuestro homenaje a Sylvestre Begnis", culmina la crónica de Información Pública.