El acto principal estaba previsto en la Plaza del Levantamiento del Ghetto de Varsovia, en la explanada desde la cual se accede al Museo Yad Vashem, dedicado a seis millones de civiles judíos exterminados -entre éstos, un millón y medio de niños- y a los combatientes clandestinos de la resistencia.
El tema central de los actos de este año es el de "la imagen del ser humano a la sombra de la muerte".
A diferencia de otros genocidios en la historia, la particularidad de la matanza de un tercio del pueblo judío hace poco más de sesenta años consistió en que fue planificada y ejecutada de forma sistemática por el gobierno del líder alemán Adolfo Hitler.
El ejecutor del plan de la "solución final", el coronel Adolf Eichman, fue uno de los jerarcas nazis que, tras la guerra, evadieron los Juicios de Nüremberg -donde en 1935 fueron sancionadas las leyes raciales para conservar "la pureza aria"- y huyeron a Sudamérica.
Ocultos en Latinoamérica
Tras la rendición del Tercer Reich alemán ante las fuerzas aliadas que lo derrotaron en 1945, miles de supervivientes judíos de los campos de trabajos forzados y de exterminio lograron llegar a las costas de Palestina, la antigua Tierra de Israel, entonces bajo dominio de Inglaterra, que trató de impedirlo.
Seis de esos supervivientes encenderán esta noche en el Museo Yad Vashem igual número de antorchas en memoria de las víctimas, civiles acusados por el régimen racista nazi de haber causado los males padecidos por Alemania tras la Primera Guerra Mundial (1914-1918).
Tres años después del genocidio, merced a una resolución de la Asamblea General de la ONU rechazada por la Liga Árabe, David Ben Gurión proclamó el Estado judío en Tel Aviv el 14 de mayo de 1948. Horas después, estalló con una invasión de sus vecinos árabes la primera guerra de Medio Oriente hasta los armisticios de Rodas de 1949.
Se calcula que los que lograron salvar su vida y establecerse en el flamante Estado israelí fueron centenares de miles. La mitad de ellos, según un informe dado a conocer hoy por la Fundación Amja, que los protege, morirá en el próximo decenio.
Algunos de los miembros del Estado Mayor israelí, como el comandante de la Fuerza Aérea, Eliezer Shkedi, son hijos de esas víctimas, y muchos de sus nietos, soldados y oficiales militares.
Un informe anual dado a conocer hoy por el director del Centro Wiesenthal en Israel, Efraim Zuroff, incluye a España, Colombia y Costa Rica, entre varios países europeos, que han hecho "esfuerzos insuficientes o sin éxito" en la investigación o persecución de criminales nazis en sus respectivos territorios.
Argentina, Brasil, Venezuela, Paraguay, Uruguay y Chile, indica el informe, no han respondido a una encuesta de ese Centro fundado por el fallecido "caza-nazis" Simon Wiesenthal, que logró descubrir el paradero y que sean llevados a juicio mil criminales de guerra.
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