A días de que comience un nuevo período de sesiones ordinarias en la Legislatura, la jefa del Senado provincial hizo pública su pretensión para este nuevo año de trabajo: "Lo que necesitemos es una mayor producción de leyes que surjan de la propia Legislatura", dijo María Eugenia Bielsa. La aspiración, que puede para algunos ser una obviedad (¿qué hacen los legisladores, sino legislar?), quizás ayude a describir un cuadro de situación.
"En general soy muy autocrítica y miro con mucha rigurosidad el trabajo del cuerpo. Creo que su labor a lo largo de los dos años ha sido muy regular y que en general, ha acompañado muchísimo a la gestión de gobierno, de hecho, no han quedado temas por tratar en extraordinarias. Pero en el período ordinario, probablemente una tarea importante del Senado debiera ser receptar con mayor fluidez las necesidades de la sociedad para convertirlas en ley, y no trabajar exclusivamente con el orden de temas que plantea el Ejecutivo".
En diálogo con El Litoral, la vicegobernadora valoró el acompañamiento y aval a muchas leyes "transformadoras" propuestas por el gobierno (reforma previsional, constitución de Assa, Ley de control, por ejemplo), pero insistió en que uno de los déficit del cuerpo es la generación propia de proyectos.
"Mi expectativa para este próximo período ordinario -insistió- es que sean los propios legisladores o el propio cuerpo quienes produzcan proyectos, y que esos proyectos se conviertan en ley. Eso significaría tener mucho más vínculo con la ciudadanía porque, en realidad, a poco de hablar con las instituciones, asociaciones, grupos o colegios de profesionales, uno puede advertir que todos tienen alguna demanda que nosotros podríamos receptar y convertir en un proyecto para discutirlo en el ámbito de la Legislatura", sostuvo.
Realidad dual
Para justificar la ausencia de proyectos propios, Bielsa apeló a una "realidad bastante dual" que a su criterio, tienen los senadores.
"El senador no es alguien que está exclusivamente dedicado a la tarea legislativa. Es cierto que él es nuestro representante para convertir un proyecto en ley, pero también es un referente territorial que tiene tres o cuatro días de la semana dedicados a recorrer su departamento", explicó.
Igualmente, opinó que esto no los puede eximir de la función legislativa.
"Todos entramos en rutinas y esa dualidad -advirtió- llevó a una rutina que hizo que hoy en este cuerpo no haya legisladores cuya tarea sea prioritariamente la legislativa. En general hay un equilibrio entre la tarea territorial y la de producción de leyes. Entonces la iniciativa parlamentaria propia no tiene el mismo protagonismo que la que puede tener la del Ejecutivo, que tiene todo un cuerpo de especialistas trabajando para eso".
Bielsa minimizó las semanas del período de extraordinarias en los que el Senado no sesionó, aunque admitió que quizás falte dinámica en las comisiones.
"Si tuviera que hacer una autocrítica no pasaría por la falta de sesión. De algún modo, la mecánica de la extraordinaria implica que si los temas del Ejecutivo no están bien consensuados, entonces se dilatan. Por eso en cuanto a la autocrítica, probablemente lo que haga falta es una mayor dinámica en el trabajo de las comisiones y en la producción propia del Senado", reiteró.
Como rasgo positivo del cuerpo, valoró la disidencia: "Hay que aceptar que dentro de un grupo pueda haber diferentes ideas. A mí no me parece que si uno es de un partido, tenga que levantar la mano a como dé lugar. La diversidad no tiene que enojarnos, si es por una cuestión de principios"..
En el gobierno
Como vicegobernadora y a modo de balance de este tramo de la gestión, recordó "la conflictividad y turbulencia" del primer año. También, "la dificultad o incapacidad por estabilizar" el equipo de gobierno.
"Hoy -dijo-, ese equilibrio se halló. Tal vez lo que nos falte es encontrar el relato con el que se quiere identificar este segundo año de gobierno".
Finalmente, y pese a los claroscuros, aseguró no arrepentirse de haber ingresado a la política.
"Cada día uno confirma algunas cosas y se siente defraudado por otras. Cuando se está a la altura de las circunstancias, se siente una satisfacción. Pero hay otros días de enormes decepciones donde uno se va con toda la sensación de no haber resuelto las cosas porque no supo, no pudo, o porque no tuvo el acompañamiento que necesitaba. Siempre hay claros y oscuros". Aunque aclaró que tampoco se trata de precisar cuáles predominaron. "Lo que siempre predomina -enfatizó- es la voluntad de haberse comprometido. Esto tiene que ver con una cuestión generacional, con mi edad. Yo entré a la política mirándola desde afuera y siendo muy crítica. Y tomé la decisión de atravesar por esa misma huella, por ese mismo barro, y probar qué es lo que uno puede hacer. Por eso el esfuerzo es cotidiano, con todos los sinsabores que eso significa".
"Nos preguntamos poco para qué gobernar"
Desde hace varios meses, María Eugenia Bielsa es una de las caras visibles del espacio político con impronta kirchnerista que se ha comenzado a gestar en la provincia. "Siempre que uno empieza a construir un camino tiene muchas ilusiones de que será un espacio alternativo, para completar otras ideas y prácticas, otras expectativas", dice ella.
Desde el año pasado en Rosario y primeros meses de 2006 en Santa Fe, ese mismo sector alumbró el Instituto de Políticas Públicas, con la premisa de convocar y motivar la discusión. Pero casi en simultáneo, se fueron consolidando las versiones sobre una eventual candidatura de Agustín Rossi (el otro referente del espacio) para gobernador, y de Bielsa para la intendencia rosarina.
"Él (por Rossi) ha hecho un extraordinario trabajo desde junio pasado a mayo de este año -sostiene-. Hizo un esfuerzo enorme por posicionarse como dirigente provincial. Ha tenido méritos que han significado que el presidente lo eligiera como conductor de un bloque (en la Cámara de Diputados de la Nación) que no es sencillo de llevar. Además tiene una enorme vocación de trabajo por la provincia; creo que es bueno que surjan muchos dirigentes con expectativa de poder conducir espacios políticos. Aunque al final del camino veremos qué alcanzamos, qué somos y cómo nos ve la gente".
En cuanto a su proyecto o aspiración personal, repitió la idea de que no puede pensarse de aquí a un año. "No se trata de lo que uno desea, sino de lo que la gente identifica en uno. Me parece mal anteponer candidaturas. Yo quiero trabajar para que este espacio crezca y el peronismo se renueve; para cambiar las prácticas políticas que muchas veces criticamos como ciudadanos. Ése va a ser mi esfuerzo; después el destino puede ser cualquiera. Como hace dos años no estaba en política, puedo volver a no estar". Así, defendió la idea de trabajar "por un proyecto y no por una circunstancia", como puede ser una elección. "Creo que lo que pocas veces nos preguntamos es para qué gobernar. Tenemos que querer estar en el gobierno por determinadas cosas, no por la vocación de persistir en un espacio de poder. Y si la sociedad no acompaña el proyecto de 2007 será el 2011 o no será. Lo importante es que estemos dispuestos a marcar el lugar por donde pasamos, y la suma de esas pequeñas marcas construirán un proyecto", subrayó.
A casa
Respecto de las versiones que circularon estos días sobre un eventual cambio de filas de la vicegobernadora al ARI una vez concluida la actual gestión, Bielsa insistió en descartarlas. "No tienen asidero. Fue una idea que se le ocurrió a alguien en una sección que tampoco es muy creíble. Nunca tuve ninguna charla con ningún dirigente del ARI. Además, cuando tomé la decisión de integrar este gobierno, también decidí pertenecer a un espacio político. No están en mí las especulaciones ni las dudas respecto de los lugares en los que tengo que estar. Soy una persona de una enorme lealtad. Sería más posible que volviera a trabajar a mi casa como arquitecta que pasar a otro partido, con la excepción de que el PJ conforme una fuerza nueva".
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