lunes, 22 de enero de 2007
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|  | A propósito del brutal asesinato del sargento Francisco Pérez, cabe un interrogante que amerita ser debatido socialmente. ¿Una persona que le coloca una recortada en la boca a un agente de policía para evadir la detención por intento de robo: tiene posibilidades de readaptarse a la sociedad |
Por Alejandro Colussi
¿Qué le podemos decir desde el “manipulado” concepto garantista a un remisero al que un menor le apunta con un arma para robarle 10 pesos?
¿Qué explicación le podemos dar a la familia Pérez y a tantas familias víctimas de hechos delictivos impunes?
Apoyo los conceptos de inclusión social, pero son políticas a largo plazo… ¿y en lo inmediato?
Tacheros, abuelos, comerciantes, trabajadores, escolares víctimas sistemáticas de una violencia cuyo espiral parece nunca terminar ¿están en condiciones de entender una inversión social con sus impuestos para obtener resultados en generaciones futuras pero que en lo inmediato financian a sus propios agresores?
En las elecciones pasadas en los EEUU, en seis estados, se votó simultáneamente si una persona que delinque tienen “el derecho” de recibir ayuda social, ganando ampliamente junto con el voto demócrata el NO.
Párrafo aparte para aquellos que financian y/o fomentan el delito con la venta ilegal de armas, complicidad policial y política, vendedores de falopa de todo tipo, el rigor judicial debe recaer con todo su peso, mientras tanto, algo se tiene que hacer aprendiendo los errores del pasado, entre ellos el endurecimiento ingenuo de penas. | |
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