Los que no conocen su identidad

Fuente: Diario Uno.

En la Argentina existen cientos de personas que no saben su origen biológico y convierten esa búsqueda en una necesidad. Existen organizaciones dedicadas a ese fin con resultados positivos.

Hay miles de argentinos que no tienen certeza sobre su origen biológico y convierten la búsqueda de la identidad en el objetivo central de su vida, con la esperanza de hallar respuestas sobre sus raíces.
El drama recién está tomando estado público y las primeras organizaciones civiles se conformaron tras los resultados positivos del trabajo de búsqueda de hijos de desaparecidos durante la última dictadura militar, por las Abuelas de Plaza de Mayo.
Se trata del drama que viven las personas que buscan desentrañar su identidad biológica, tras ser adoptados en forma ilegal, apropiados o comprados, en momentos cercanos a sus nacimientos y cuyos padres mantuvieron silencio sobre el origen real de su situación.
El médico sanitarista Horacio Berri, quien siguió el tema antes de asumir su cargo en la subsecretaría de Salud y Ambiente de la Municipalidad de Córdoba, afirmó que “la identidad personal -y no sólo la biológica- es fundamental, porque tiene mucha fuerza para las personas que no la tienen”.
“Sé de gente que cuando descubren que son adoptados, después de que se les ocultó su origen, convierten al tema en el asunto más importante de sus vidas”, agregó el profesional.

Una urgencia psicológica

Por su parte, la defensora del Pueblo porteño, Alicia Pierini, sostuvo que “la búsqueda de la certeza de la propia historia es un dato muy importante para todas las personas”.
“Cada uno tiene necesidad psicológica de encontrar sus raíces y saber de dónde proviene, pero también hay razones de orden práctico, como conocer la carga genética personal”, añadió.
La titular de Raíz Natal, Patricia Peña, expresó que la situación es grave en las enfermedades que se transmiten por vía genética.
“Las personas que no conocemos la raíz biológica ignoramos además qué carga hereditaria hemos recibido y qué le dejamos a nuestros hijos, pero además nosotros no podemos recibir trasplantes de médula, por ejemplo”, dijo Peña.

Para entender la verdad

Por su parte, dirigentes de la agrupación “Quiénes Somos”, que nuclean a 1.500 personas, sostienen que “la mayoría de nosotros hemos sido anotados como hijos propios. Nuestras partidas de nacimiento son legales, pero ilegítimas, y otros tienen un expediente de adopción, pero con severas irregularidades”.
Berri no atribuye mala fe a los padres que ocultaron a sus hijos la verdadera raíz biológica: “Conozco padres que adoptaron y ocultaron el origen familiar a sus hijos sin ningún tipo de maldad: ellos tenían la impresión de que los estaban protegiendo y les evitaban ser discriminados incluso por los demás hermanos”.
El profesional cordobés sostuvo que se debe reconocer que la adopción “se origina en dos tragedias: la de una madre que no puede tener hijos, y la de otra madre que no puede sostenerlo”.

Unificar los criterios

Los trabajos para agrupar y orientar la búsqueda de la identidad biológica arrojaron resultados positivos. “Quiénes somos” sostiene que por su intermedio se produjeron al menos 30 reencuentros durante 2005 y otros 4 se sumaron en febrero.
Las dificultades para determinar la familia biológica resultan muchas veces insuperables por el transcurso del tiempo, la falta de testigos y la virtual desaparición de los archivos en los hospitales públicos.
Para paliar esta situación, la Defensoría del Pueblo presentó un proyecto de ley en la Legislatura por el que se obliga al estado a abrir todos los archivos que faciliten la búsqueda, así como la adopción de medidas para unificar los sistemas de registro de nacimientos y de partos.