Liliana Loyola, defensora adjunta de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Santa Fe, reveló a LT9 que, cuanto al consumo de alcohol, nuestra provincia se encuentra cinco puntos por encima de la media nacional.
Estos números contribuyen a comprender porque la ciudad de Santa Fe presenta los índices de criminalidad más altos, junto a Colombia y México.
Loyola explicó que en el caso los menores que consumen alcohol en forma casi abusiva, existe toda una red de complicidades y responsabilidades, que incluyen al dueño del boliche que le permite el acceso a los menores y a los padres de los jóvenes.
Otro de los impresionantes datos es que, el 50% de los ingresos a las comisarías durante los fines de semana, son protagonizados por personas alcoholizados o bajo los efectos de algún tipo de droga como la marihuana o la cocaína. De ese 50%, uno de cada cuatro son menores de edad.
“Los problemas que tiene la sociedad son muy complejos. (…) Cada vez la edad de iniciación es menor. Hay chicos de 10 o 12 años que consumen alcohol. No hay organismos, ni desde el Estado, ni privados, donde atiendan a niños menores adictos”, cuestionó la funcionaria.
Por último, Loyola remarcó que el ejercicio de ser padres no es fácil, pero sostuvo que los límites hay que ponerlos.
“Poner límites desde chiquitos, para determinadas conductas genera una relación entre padre e hijo, que, evidentemente, cuando el chico llega a la edad de estas manifestaciones, se pueden charlar. Educamos mas con lo que hacemos y decimos”, aseguró.
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