“Los violadores de menores tienen una tasa de reincidencia altísima”

CONDUCTAS COMPULSIVAS

La psiquiatra Gabriela De Paoli confirmó que las personas que presentan estas patologías compulsivas, tienden a reincidir en los abusos, y remarcó: “en ningún caso podemos hablar de curar, tratándose de rasgos tan altamente disfuncionales de la personalidad”. Fuente: De Frente -LT9 / DataSantafe Audio: Entrevista con la Dra. Gabriela De Paoli Luego de que un violador que gozaba de salidas transitorias intentara abusar de una menor de solo 7 años, la psiquiatra Gabriela De Paoli, dialogó con LT9 acerca del comportamiento de este tipo de personas. De Paoli aseguró que los violadores tienen una alta tasa de reincidencia, y aclaró: “esto nos lleva a pensar, y a confirmar que hay rasgos inherentes a la personalidad que son prácticamente inmodificables, a pesar de los esfuerzos”. “Personas con estas características difícilmente puedan asumir la responsabilidad, la motivación para poder modificar esta estructura de conducta. ¿Quién modifica algo de su conducta cuando no pretende hacerlo o directamente lo niega? En los años que he trabajado, no recuerdo ninguno que haya dicho ‘si, yo soy violador’, sacando una o dos excepciones”. De Paoli, confirmó que, en estos casos se les imponer un tratamiento psicológico y psiquiátrico, aunque aclaró que no es fácil obtener buenos resultados cuando el violador no reconoce su condición. “El hecho de que la persona sepa que debe concurrir asiduamente a una profesional que puede estar detectando sus actitudes, de alguna manera les implica un control a la compulsión que tienen por cometer el acto delictivo”. Acerca de las actitudes y sentimientos que motivan a estas personas a cometer actos aberrantes como es una violación, De Paoli remarcó que la conducta compulsiva es la que mas se adaptaría a los violadores seriales. “El que tiene una compulsión, de alguna manera lo sufre y se da cuanta que es algo que no puede controlar, y en tanto lo sufre puede buscar herramientas que lo ayuden a ese control y tal vez hacer un tratamiento que modere esto. (…) Pero, en ningún caso podemos hablar de curar, tratándose de rasgos tan altamente disfuncionales de la personalidad. También es cierto que, en muchos casos, surge la perversión por el placer en sí, y no por la compulsión. Se hace con placer, y todos sabemos que lo que se hace con placer es difícil dejar de hacerlo. Es allí donde no suele surgir el deseo del cambio”, finalizó la profesional.