Dos jóvenes hermanas -ambas adolescentes- salvaron sus vidas por poco tras quedar a merced de dos delincuentes que las sorprendieron durmiendo en el interior de su casa, en el barrio de Guadalupe. La dramática historia tuvo un final feliz ya que las víctimas fueron halladas sanas y salvas, los rufianes terminaron presos, y todos los elementos sustraídos fueron recuperados.
Tan delicado suceso ocurrió a media mañana del sábado y tuvo lugar en una finca de calle Pavón al 600, esto es, frente al Club Teléfonos y a escasos metros de la costanera santafesina.
Minutos después de las 9, dos malvivientes treparon por un tapial y desde allí se descolgaron al interior de un patio. Ya sin temor a ser vistos por algún vecino, violentaron una puerta y se ganaron al interior de la finca.
Con paso sigiloso ambos rufianes sorprendieron a dos hermanas -de 17 y 16 años- en momentos que se encontraban entregadas al sueño. Tan espantoso despertar llegó a su punto máximo cuando, bajo amenazas de muerte, fueron obligadas a quedarse quietas y no intentar ninguna maniobra.
Ya con las víctimas bajo su control los ladrones se dedicaron a requisar la casa. En su recorrida se alzaron con cuanto objeto les pareció de valor. Y así se hicieron de un considerable botín.
Al cabo de un rato los cacos se apoderaron de gran cantidad de electrodomésticos; un monitor de 17 pulgadas; dos aparatos de DVD; un MP3; tres bolsos de viaje con ropas varias; un estabilizador Tonomac; un mouse; una CPU; joysticks; auriculares; dos reguladores de voltaje; anteojos para sol; tres teléfonos celulares; tres cuchillas; una caja terminal de electricidad; una plancha para el pelo; cinco parlantes; un secador de cabellos; un reel de pesca y controles remotos.
Por si fuera poco también se alzaron con linternas; balizas; un radiograbador con CD; una cama inflable; un monitor marca Tonomac pantalla plana; una videoreproductora; un sartén eléctrico; una amoladora; una conservadora tipo camping; maletín con traba numérica; cajas de herramientas; bolsas con elementos de electricidad y prendas varias.
Logrado su objetivo los rufianes maniataron a las dos menores contra una silla, para finalmente darse a la fuga.
Dada la magnitud de todo lo robado se sospecha que contaban con algún apoyo desde el exterior no solo que les hizo de "campana", sino que además les facilitó el transporte de todos los elementos robados.
Un tal "Sopapita"
Puesto el hecho en conocimiento de la policía se montó un operativo cerrojo en todo el sector. Y la movida dio sus frutos al poco rato cuando a oídos de los pesquisas llegó un dato inequívoco.
Con esta información "de oro" los investigadores concretaron un allanamiento en el finca de calle Guemes al 7600. Allí se detuvo a un tal Cristian, de 23 años, y un tal Sergio, alias, "Sopapita", de 19.
En la requisa a dicho inmueble los uniformados hallaron todos los elementos mal habidos, por lo se los incautó a los efectos de que vuelvan a sus legítimos propietarios.
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