fuente diario Uno
Lo aseguró el sacerdote santafesino Edelmiro Gasparotto. El miembro de la Iglesia católica se refirió a los fundamentos que presenta su religión en el Manual de Educación para el Amor.
Lo aseguró el sacerdote santafesino Edelmiro Gasparotto. El miembro de la Iglesia católica se refirió a los fundamentos que presenta su religión en el Manual de Educación para el Amor.
La semana pasada el Consejo Superior de Educación Católica (Consudec) presentó el Manual de Educación para el Amor que apunta a brindar la visión de la Iglesia sobre los contenidos que se brindarán en la escuela después de haberse aprobado a nivel nacional la ley de educación sexual y procreación responsable.
Desde hace días la institución eclesiástica señala su descontento por algunos de los puntos expresados en la norma. El Manual será repartido en todas las escuelas católicas para complementar la formación de los alumnos.
El sacerdote Edelmiro Gasparotto dialogó con Diario UNO sobre la postura de la Iglesia frente a la educación sexual. “La Iglesia va a estar siempre con la mayor imparcialidad para descubrir al hombre de hoy y forjar un pensamiento que responda a la naturaleza humana”, señaló el cura y agregó que la intención del manual es completar la información que se brinda en los colegios.
Además siguió: “Pienso que hay un problema internacional por la falta de procreación. La expresión del hijo es un fruto del amor. Pero especular con todo el mecanismo fisiológico sexual es casi un crimen de lesa humanidad, estamos destruyendo nuestro futuro”.
Según el sacerdote santafesino, en este momento la Iglesia quiere “defender el sexo como un bien y patrimonio de la humanidad”.
Piden ser cautos
“Hay que reconocer la preocupación de nuestra Iglesia para salvar lo maravilloso que es el sexo y la unión matrimonial”, recalcó Gasparotto.
La legislación de procreación responsable apunta, principalmente, a informar a los adolescentes sobre los métodos de prevención de trasmisión de enfermedades sexuales y embarazos no deseados. “De alguna manera está bien que en cuestión de higiene y de salud se hagan prevención, empero lo malo sería que de esa educación sexual se enseñe la manera de pervertir el sexo porque total hay recursos para poder evitar las cosas”, dijo el sacerdote.
El representante del catolicismo instó a tener “prudencia” porque “si no el chico va a perder lo íntimo y sublime del matrimonio total ya está acostumbrado a cualquier cosa y eso afectará al futuro de la estabilidad matrimonial y al amor en serio”.
Males mayores
En un momento en el que la iniciación sexual se concreta mucho antes que el casamiento, la norma nacional apunta a evitar los problemas propios de la falta de información.
“Por supuesto que es importante que los chicos aprendan estos métodos de cuidado para evitar, en las ocasiones fuertes, llegar a males mayores”, señaló Gasparotto y agregó: “De cualquier manera insisto en que exista la oportunidad de conocer lo que la Iglesia propone si no prematuramente se le enseña al chico todo y en lugar de educar estamos degradando”.
Los fundamentos de la ley
La legislación sostiene que la educación sexual es un instrumento esencial en la prevención de enfermedades y del embarazo adolescente, así como en la prevención de la alta incidencia del aborto y de la mortalidad asociada a los abortos ilegales.
Por otra parte, afirma que el 47 por ciento de los alumnos secundarios ya se inició sexualmente; el 1 por ciento tiene al menos un hijo, y que sólo el 30 por ciento de los adolescentes usa preservativos en todos sus encuentros sexuales. Además, que las internaciones por derivaciones de abortos en la Argentina superan las 70.000 anuales.
Asimismo que el derecho de información en educación sexual es expresión de respeto al individuo y que en ese sentido, los y las adolescentes suelen manejar información falsa o errónea sobre su propio cuerpo, sus derechos, sus obligaciones y sus responsabilidades. Muchos reciben esa información mayoritariamente de otros jóvenes y adolescentes, lo que perpetúa la distorsión informativa y facilita la toma de decisiones erróneas y dañinas.
“El apabullante avance de la epidemia de VIH y el sida y el recrudecimiento y reaparición de muchas infecciones de transmisión sexual (ITS) nos obligan a replantear la respuesta social ante la sexualidad, y a llamar al sistema escolar a nuestro auxilio”, expresaron en el proyecto los diputados que lo redactaron.
Consideraron, además, que la educación sexual integral ayudará a “paliar las diferencias de género que plagan nuestra sociedad, socavando los estereotipos, la violencia, el autoritarismo y la transformación de personas en objetos sexuales”.
Desde hace días la institución eclesiástica señala su descontento por algunos de los puntos expresados en la norma. El Manual será repartido en todas las escuelas católicas para complementar la formación de los alumnos.
El sacerdote Edelmiro Gasparotto dialogó con Diario UNO sobre la postura de la Iglesia frente a la educación sexual. “La Iglesia va a estar siempre con la mayor imparcialidad para descubrir al hombre de hoy y forjar un pensamiento que responda a la naturaleza humana”, señaló el cura y agregó que la intención del manual es completar la información que se brinda en los colegios.
Además siguió: “Pienso que hay un problema internacional por la falta de procreación. La expresión del hijo es un fruto del amor. Pero especular con todo el mecanismo fisiológico sexual es casi un crimen de lesa humanidad, estamos destruyendo nuestro futuro”.
Según el sacerdote santafesino, en este momento la Iglesia quiere “defender el sexo como un bien y patrimonio de la humanidad”.
Piden ser cautos
“Hay que reconocer la preocupación de nuestra Iglesia para salvar lo maravilloso que es el sexo y la unión matrimonial”, recalcó Gasparotto.
La legislación de procreación responsable apunta, principalmente, a informar a los adolescentes sobre los métodos de prevención de trasmisión de enfermedades sexuales y embarazos no deseados. “De alguna manera está bien que en cuestión de higiene y de salud se hagan prevención, empero lo malo sería que de esa educación sexual se enseñe la manera de pervertir el sexo porque total hay recursos para poder evitar las cosas”, dijo el sacerdote.
El representante del catolicismo instó a tener “prudencia” porque “si no el chico va a perder lo íntimo y sublime del matrimonio total ya está acostumbrado a cualquier cosa y eso afectará al futuro de la estabilidad matrimonial y al amor en serio”.
Males mayores
En un momento en el que la iniciación sexual se concreta mucho antes que el casamiento, la norma nacional apunta a evitar los problemas propios de la falta de información.
“Por supuesto que es importante que los chicos aprendan estos métodos de cuidado para evitar, en las ocasiones fuertes, llegar a males mayores”, señaló Gasparotto y agregó: “De cualquier manera insisto en que exista la oportunidad de conocer lo que la Iglesia propone si no prematuramente se le enseña al chico todo y en lugar de educar estamos degradando”.
Los fundamentos de la ley
La legislación sostiene que la educación sexual es un instrumento esencial en la prevención de enfermedades y del embarazo adolescente, así como en la prevención de la alta incidencia del aborto y de la mortalidad asociada a los abortos ilegales.
Por otra parte, afirma que el 47 por ciento de los alumnos secundarios ya se inició sexualmente; el 1 por ciento tiene al menos un hijo, y que sólo el 30 por ciento de los adolescentes usa preservativos en todos sus encuentros sexuales. Además, que las internaciones por derivaciones de abortos en la Argentina superan las 70.000 anuales.
Asimismo que el derecho de información en educación sexual es expresión de respeto al individuo y que en ese sentido, los y las adolescentes suelen manejar información falsa o errónea sobre su propio cuerpo, sus derechos, sus obligaciones y sus responsabilidades. Muchos reciben esa información mayoritariamente de otros jóvenes y adolescentes, lo que perpetúa la distorsión informativa y facilita la toma de decisiones erróneas y dañinas.
“El apabullante avance de la epidemia de VIH y el sida y el recrudecimiento y reaparición de muchas infecciones de transmisión sexual (ITS) nos obligan a replantear la respuesta social ante la sexualidad, y a llamar al sistema escolar a nuestro auxilio”, expresaron en el proyecto los diputados que lo redactaron.
Consideraron, además, que la educación sexual integral ayudará a “paliar las diferencias de género que plagan nuestra sociedad, socavando los estereotipos, la violencia, el autoritarismo y la transformación de personas en objetos sexuales”.
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