|  | El titular del partido, Roberto Iglesias, marcó diferencias con los radicales K que, en su mayoría, no participan del encuentro. Y Storani les advirtió que cometen "un grave error". |
Fuente: Clarin
Tal como estaba previsto, a las 18 horas comenzó la Convención Nacional de la UCR en Rosario. El encuentro se da en momentos en que el partido está al borde de la fractura y en medio de un cruce dialéctico que asoma sin retorno.
El titular del partido, Roberto Iglesias, marcó diferencias con los radicales K y dijo que el movimiento "tiene una estructura fuerte". Y el diputado Federico Storani les advirtió que cometen "graves errores". Con ese clima, en el entorno más cercano del gobernador mendocino Julio Cobos se despacharon: "Se van a quedar con el escudo y con las siglas, pero también con la soberbia y el fracaso".
"Nosotros nos vamos a quedar con la rica historia y con el futuro. No quieren discutir que tenemos más de un acuerdo programático con el kirchnerismo, como la política de derechos humanos, como la política económica", manifestó el diputado mendocino Alfredo Cornejo, ex ministro de Gobierno del gobernador Julio Cobos, uno de los que más fuerte respondió al llamado a la concertación de Kirchner.
Además, Cornejo criticó la decisión del alfonsinismo y de la cúpula partidaria de la UCR de adherirse a una eventual candidatura presidencial de Roberto Lavagna. "Si lo llevan es por los logros durante el gobierno de Kirchner. Creer en la Argentina que los economistas pueden ser los salvadores es un absurdo. Sin poder político no hay buena economía. Y el poder político lo aportó Kirchner".
Más temprano, el diputado alfonsinista Federico Storani había descartado la posibilidad de que el radicalismo se fracture tras la convención nacional que sesiona a partir de hoy en Rosario, pero dejó amenazas veladas.
El legislador sostuvo que cometen "graves errores" los llamados radicales K que quieren, según dijo, "entregarse al Gobierno", al negarse a participar del encuentro partidario con el argumento de que ya está redactado el documento final, que ratificará la línea opositora del partido.
Por su parte, Iglesias reconoció que "el radicalismo evidentemente tiene problemas ", pero aseguró que es "una estructura potente políticamente en la Argentina". Por otro parte, el dirigente que apoyaría una alianza con Lavagna señaló que se "está buscando coincidencias con otros sectores políticos".
En el otro frente habló también el gobernador de Río Negro, Miguel Saiz, uno de los impulsores del acercamiento al Gobierno, vaticinó que "finalmente" el radicalismo "deberá dar libertad de acción en cada distrito" y defendió la decisión de los radicales "que gobiernan" de no asistir a la Convención de Rosario.
La agenda de actividades prevista para hoy en la Convención radical contempla la apertura de las sesiones -en el Club Luz y Fuerza de Paraguay 1200-, un informe del Comité Nacional y la postura de los bloques legislativos.
Pero su objetivo final es fijar la estrategia electoral para el 2007. Como será dominado por los sectores que pregonan el armado de una coalición de fuerte tono opositor, es más que probable que el duro documento que circuló ayer, y que tendría los votos asegurados, en el que se define al presidente Néstor Kirchner como "un déspota electivo", se plasme en la realidad.
De aprobarse el texto, las corrientes mayoritarias —el alfonsinismo y la cúpula partidaria que encabeza el antialfonsinista Roberto Iglesias— tendrían asfaltado el camino para plegarse a la candidatura presidencial de Roberto Lavagna, que ayer se mostró con ex duhaldistas. | |
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