La Cámara de Diputados de la provincia dio media sanción a un proyecto para incorporar al Código Procesal Penal el tratamiento de los casos de maltrato y abuso sexual infantil. La propuesta es autoría de la diputada Lucrecia Aranda y se fundamenta en la mirada de juristas y psicólogos que trabajan con menores víctimas de ese tipo de violencia.
Específicamente, establece que “previo a la concreción del acto procesal, el juez o tribunal deberá requerir de un equipo interdisciplinario de profesionales especializados en maltrato y abuso sexual infantil con perspectiva de género, un informe acerca del estado general del menor y de las condiciones en que se encuentra para participar del acto”.
El juez o tribunal, conforme al informe que se le eleve, podrá ordenar que el menor sea interrogado exclusivamente por alguno de los profesionales del equipo interdisciplinario, pudiendo optar por presenciar el acto o no. Por otra parte, los profesionales intervinientes tomarán la declaración del menor en un lugar adecuado acondicionado con los implementos adecuados a la edad y etapa evolutiva del menor.
La presencia o no del juez
Además, deberán confeccionar informes detallados donde consten los dichos del menor, la existencia de síntomas y signos indicadores de abuso sexual infantil y las conclusiones a que se arriben con relación al hecho investigado.
Asimismo, la modificación establece que a pedido de parte o si el tribunal lo dispusiera de oficio, las alternativas del acto podrán ser seguidas desde el exterior del recinto a través de los medios técnicos con que se cuente, pudiendo el juez o el tribunal señalar al profesional que recibirá la declaración del menor, las inquietudes propuestas por las partes, así como las que surgieren durante el transcurso del acto.
Según la propuesta, toda medida procesal que el juez o tribunal estime procedente realizar con el menor, como cualquier pericia que se proponga, deberá previamente ser considerada por el equipo interdisciplinario, el que informará fundadamente acerca de si el menor está en condiciones de participar o si la misma puede afectar de cualquier manera la recuperación de la víctima.
En casos de que el juez o tribunal ordene alguna medida en la que deba participar el joven, el mismo tendrá que estar acompañado por alguno de los profesionales que integran el equipo interdisciplinario.
Suponiendo que la medida ordenada por el juez o tribunal lo sea en contra del criterio sustentado por el equipo interdisciplinario, deberá fundar las razones de su decisión. El juez o tribunal, en base al informe que el equipo le brinde, podrá disponer que en la medida en la que deba participar el menor no se encuentre presente el imputado.
Nada de “careos”
Queda en función del proyecto expresamente prohibido la realización de careo del menor víctima con el o los imputados.
Además, se requerirá un informe del equipo acerca de la existencia de riesgo para el menor en caso de comparecer ante los estrados, cuando a la fecha de ser requerida su presencia hayan cumplido 16 años de edad y no hubiesen cumplido los 21.
Las concepciones
Según Lucrecia Aranda, el abuso sexual es una forma de maltrato donde los derechos de niñas, niños y adolescentes son vulnerados e impiden la posibilidad de que tengan un desarrollo integral y es vivido en su subjetividad como una amenaza de muerte, de aniquilamiento.
Aranda también sostiene que en las dos últimas décadas se ha tomado mayor conciencia acerca de las situaciones del maltrato y abuso sexual infantil y que se vivió un cambio normativo muy profundo que desembocó en la convención de los Derechos del Niño.
La diputada socialista habló en ese sentido de un cambio paradigmático que implique reconsiderar métodos, prácticas y razonamientos y de importancia, para evitar que quienes vivieron experiencias traumáticas no sean revictimizados.
Específicamente, establece que “previo a la concreción del acto procesal, el juez o tribunal deberá requerir de un equipo interdisciplinario de profesionales especializados en maltrato y abuso sexual infantil con perspectiva de género, un informe acerca del estado general del menor y de las condiciones en que se encuentra para participar del acto”.
El juez o tribunal, conforme al informe que se le eleve, podrá ordenar que el menor sea interrogado exclusivamente por alguno de los profesionales del equipo interdisciplinario, pudiendo optar por presenciar el acto o no. Por otra parte, los profesionales intervinientes tomarán la declaración del menor en un lugar adecuado acondicionado con los implementos adecuados a la edad y etapa evolutiva del menor.
La presencia o no del juez
Además, deberán confeccionar informes detallados donde consten los dichos del menor, la existencia de síntomas y signos indicadores de abuso sexual infantil y las conclusiones a que se arriben con relación al hecho investigado.
Asimismo, la modificación establece que a pedido de parte o si el tribunal lo dispusiera de oficio, las alternativas del acto podrán ser seguidas desde el exterior del recinto a través de los medios técnicos con que se cuente, pudiendo el juez o el tribunal señalar al profesional que recibirá la declaración del menor, las inquietudes propuestas por las partes, así como las que surgieren durante el transcurso del acto.
Según la propuesta, toda medida procesal que el juez o tribunal estime procedente realizar con el menor, como cualquier pericia que se proponga, deberá previamente ser considerada por el equipo interdisciplinario, el que informará fundadamente acerca de si el menor está en condiciones de participar o si la misma puede afectar de cualquier manera la recuperación de la víctima.
En casos de que el juez o tribunal ordene alguna medida en la que deba participar el joven, el mismo tendrá que estar acompañado por alguno de los profesionales que integran el equipo interdisciplinario.
Suponiendo que la medida ordenada por el juez o tribunal lo sea en contra del criterio sustentado por el equipo interdisciplinario, deberá fundar las razones de su decisión. El juez o tribunal, en base al informe que el equipo le brinde, podrá disponer que en la medida en la que deba participar el menor no se encuentre presente el imputado.
Nada de “careos”
Queda en función del proyecto expresamente prohibido la realización de careo del menor víctima con el o los imputados.
Además, se requerirá un informe del equipo acerca de la existencia de riesgo para el menor en caso de comparecer ante los estrados, cuando a la fecha de ser requerida su presencia hayan cumplido 16 años de edad y no hubiesen cumplido los 21.
Las concepciones
Según Lucrecia Aranda, el abuso sexual es una forma de maltrato donde los derechos de niñas, niños y adolescentes son vulnerados e impiden la posibilidad de que tengan un desarrollo integral y es vivido en su subjetividad como una amenaza de muerte, de aniquilamiento.
Aranda también sostiene que en las dos últimas décadas se ha tomado mayor conciencia acerca de las situaciones del maltrato y abuso sexual infantil y que se vivió un cambio normativo muy profundo que desembocó en la convención de los Derechos del Niño.
La diputada socialista habló en ese sentido de un cambio paradigmático que implique reconsiderar métodos, prácticas y razonamientos y de importancia, para evitar que quienes vivieron experiencias traumáticas no sean revictimizados.
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