Abuelas: identifican sin extracción de sangre a un hijo de desaparecidos

Se trata de una joven de 28 años cuyo nombre quedó en reserva, Como había rechazado la prueba, la Justicia determinó que el examen genético se realizara con muestras de elementos personales. Es el primer caso de este tipo.

Abuelas de Plaza de Mayo presentó este mediodía al nieto identificado número 83. Se trata de una joven, cuyo nombre no se difundió, que es hija de los desaparecidos María Elena Corvalán y Mario Suárez, secuestrados por militares en Buenos Aires en junio de 1977. El caso presenta un aspecto inédito: es la primera vez que la identificación se realiza sin una extracción de sangre.

La joven fue identificada por medio de un examen genético "alternativo", al cabo de un proceso judicial que llevó más de 20 años, destacaron las Abuelas en un comunicado. Sucede que la joven se negó a una extracción de sangre, por lo que el examen se hizo con muestras de sus objetos personales, algo inédito hasta ahora.

"Esta vía se constituye como una herramienta válida para aliviar a los jóvenes del peso de la decisión de someterse a ese tipo de análisis e igualmente respetar el derecho de los familiares, las Abuelas y la sociedad de conocer su verdadera identidad", plantearon las Abuelas a través de un comunicado.

El caso se investigaba desde 1985 y "pasó por las manos de varios jueces y fiscales", aunque las Abuelas de Plaza de Mayo habían reunido "las primeras pistas aún en tiempos de la dictadura", remarcaron.

Con un embarazo "de siete u ocho meses", María Elena Corvalán fue apresada y llevada a un centro ilegal de detención de donde se la trasladó a un penal en el que alumbró a la niña, que según denuncias anónimas fue entregada "oculta en un capote militar" a una pareja.

El secuestro de Corvalán fue cometido por miembros de la Marina en una operación en la que mataron a Suárez, "cuyo cuerpo nunca puso ser recuperado por la familia", apuntaron.